Es el caso de Orán, donde el médico infectólogo Marcelo Quipildor recomendó que, por la situación, antes de preocuparse hay que ocuparse; “conocemos al enemigo que transmite la infección, y es muy importante no olvidar esa tarea cuando venga el frío, porque cuando hablamos de aedes aegypti debemos trabajar los 365 días del año en el control vectorial y no en esta época, cuando el vector transmitió la enfermedad”.
Para el profesional, hay dos realidades: la del hospital de Orán y el de Salta capital; “en Orán hay pocos casos en comparación de Salta capital, donde es impresionante la cantidad de casos y fallecidos que tenemos por dengue. En Orán, que no tengamos brotes se debe a que pasó por varios brotes y serotipos, es decir que ya circularon los cuatro serotipos. Tuvimos años trabajando con cuadros febriles y en la lucha contra el vector. Orán este año trabajó mucho en descacharrado, eliminación de criaderos, haciendo hincapié en el ciudadano, en control del vector”.
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Asimismo, recordó que “el vector está en la casa; pica en las primeras horas de la mañana y la tarde. Orán no tiene casos por el descacharrado masivo y el hecho de haber pasado tantos brotes. La población también ya está vacunada, con tantos serotipos que circularon”.
En cuanto a las lecciones que les dejó atravesar tantas situaciones problemáticas, destacó que “siempre hacemos hincapié en preparar el hospital o centro de salud para un eventual brote. Nos preparamos bien en COVID y tenemos que prepararnos bien para el dengue. Cuando no hubo preparación se saturaron los centros de salud y muchas veces esos cuadros febriles llevan a un cuadro grave. Por un lado, considerar la instalación de consultorios febriles que nos permitan evaluar día a día el cuadro febril del paciente, porque con dengue, hoy puede estar bien y mañana tener una complicación hemorrágica.
Por otra parte, subrayó que “es primordial preparar un plan de contingencia, preparar el hospital: “tengo paracetamol, solución fisiológica, las camas que tal vez necesite ocupar “. Eso es el plan de contingencia fundamental para poder dar buena atención y evitar que algunos pacientes lleguen tarde a la consulta”.
En cuanto al trabajo de la comunidad, mencionó necesario “entender que si no tengo el mosquito no habrá dengue. Es una enfermedad social, puede estar en cualquier parte, por eso es importante el compromiso del vecino con el fondo de su casa, el interior y los criaderos”.
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