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Foto: Informe N°11 del COE (21 de marzo)
En ese inicio cobró suma fuerza la información epidemiológica que brindaba el COE en sus reportes televisivos. Los jujeños esperaban expectantes los anuncios de su titular Omar Gutiérrez, celebrando durante meses “un día más sin casos de coronavirus en Jujuy”.
Tal fue el crecimiento de las emisiones que se terminó convirtiendo en una suerte de “show televisivo” donde se hacían anuncios que ya no estaban vinculados a la salud como el cronograma de pagos y viviendas, entre otros temas. Pasaron ministros, secretarios y otros invitados en programas de más de una hora donde, poco a poco, se fue desvirtuando el objetivo inicial, informar sobre la pandemia.
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Foto: Informe N°68 del COE (17 de mayo)
Con el ingreso del virus a la provincia y un brote de contagios que, paulatinamente, se fue saliendo de control, el COE pasó de tener sus salidas audiovisuales todos los días a solamente tres veces por semana.
Incluso no fue sólo la frecuencia la que cambió sino también los datos, cada vez se daban menos números vinculados al covid-19. Sin tasas o índices, sin información puntual de las localidades, sin precisiones sobre la ocupación de camas de terapia intensiva, pasó a ser perorata de los funcionarios, agradecimientos mutuos y anuncios políticos típicos de campaña.
La pérdida de rumbo llegó al límite en la última jornada, ayer jueves 5 de septiembre la transmisión de 20 minutos del gobierno de la provincia tuvo a un gobernador Morales hablando de sus reuniones con obras sociales y próximos encuentros con ART, al ministro de Salud Gustavo Bouhid explicando la derogación de un polémico decreto que iba en contra de los médicos y al ministro Ekel Meyer exponiendo el esquema de circulación.
Pese a que estaba presente, el infectólogo Omar Gutiérrez no dio a conocer las “novedades” sobre el coronavirus, el objetivo inicial del COE. Esta realidad se comenzaba a advertir durante el último tiempo, con el justificativo del propio médico de que “la información se publica en las redes sociales del gobierno”, pero nunca se había llegado a esta situación: no dar ni un solo dato epidemiológico.