En el siglo XXI, tener habilidades básicas de lectura y escritura es fundamental para el éxito en la vida y la participación plena en la sociedad. Sin embargo, en Argentina, todavía hay niños en edad escolar que no han adquirido estas habilidades esenciales. Esta situación tiene consecuencias graves para su futuro y para la sociedad en general.
Alfabetizar, la gran prioridad que la política no entiende
Indefectiblemente hay que hablar de los desafíos que enfrentan los niños que no saben leer ni escribir en edad escolar.
En algunos países, como en América Latina y África, la tasa de niños que no saben leer ni escribir es alta.
Según el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020 de la UNESCO, en América Latina y el Caribe, 1 de cada 10 niños de entre 6 y 11 años no saben leer ni escribir, y en África subsahariana, 3 de cada 10 niños en esta misma edad no poseen estas habilidades. Esta situación se debe a factores como la falta de recursos educativos, la pobreza, el abandono escolar, la falta de apoyo familiar, la discriminación y la exclusión social.
Los niños que no saben leer ni escribir se enfrentan a una serie de desafíos en su vida escolar y futura. Tienen dificultades para comprender los conceptos básicos en matemáticas, ciencias y otras áreas, lo que puede afectar su desempeño en el aula. También tienen dificultades para seguir las instrucciones y para comunicarse con sus maestros y compañeros de clase. Además, su autoestima puede verse afectada, lo que puede llevarlos a abandonar la escuela y tener pocas oportunidades de trabajo en el futuro.
Es importante abordar este problema de manera integral y tomar medidas para garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de calidad y equitativa. Esto implica no solo proporcionar recursos educativos, sino también abordar factores sociales y culturales que pueden impedir que los niños asistan a la escuela y adquieran habilidades básicas de lectura y escritura.
La pobreza es uno de los factores que está directamente relacionado con la problemática de los niños en edad escolar que no saben leer ni escribir.
La falta de recursos económicos en los hogares impide que los niños reciban una educación de calidad. En muchos casos, los padres no pueden costear la educación de sus hijos o no tienen los medios para proporcionarles los materiales escolares necesarios, como libros de texto, cuadernos o lápices. Además, la pobreza también lleva a la falta de acceso a servicios básicos de salud, nutrición y saneamiento, lo que afecta el desarrollo cognitivo y físico de los niños.
En algunas situaciones, la pobreza también conduce a que los niños abandonen la escuela para trabajar y contribuir a la economía del hogar. Esto tiene graves consecuencias para su futuro, ya que sin habilidades básicas de lectura y escritura, van a enfrentar dificultades para encontrar trabajo y mantenerse económicamente estables.
La falta de financiamiento al sistema educativo también influye de manera directa en la problemática de los niños en edad escolar que no saben leer ni escribir.
La falta de financiamiento lleva a la falta de recursos educativos, como libros de texto, materiales escolares, laboratorios de ciencias y tecnología, programas de capacitación para maestros y otros recursos que son esenciales para proporcionar una educación de calidad. Además, la falta de financiamiento también provoca la falta de una infraestructura escolar adecuada, como edificios en mal estado, aulas sobrepobladas o falta de servicios básicos como agua y electricidad.
Todo esto impacta negativamente la calidad de la educación y, en consecuencia, la capacidad de los niños para aprender y desarrollar habilidades básicas como la lectura y la escritura. También impacta en la retención escolar, ya que los niños se sienten desmotivados por la falta de recursos y abandonar la escuela.
Es importante que los gobiernos inviertan en el sistema educativo y proporcionen un financiamiento adecuado para garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de calidad y equitativa. Esto no solo es importante para el desarrollo individual de los niños, sino también para el desarrollo económico y social del país en su conjunto.
“Que en Argentina todos sepamos leer y escribir, y que comprendamos lo que leamos”. Esta expresión de deseo, que parece remitir a los tiempos de Sarmiento en el siglo XIX, resulta urgente en pleno 2023: datos recientes indican que el 46% de los alumnos argentinos de 3er grado no alcanzan el nivel mínimo de lectura, según los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE).
Frente a ese diagnóstico, más de 100 organizaciones de la sociedad civil lanzan una campaña para “visibilizar la situación crítica de la comprensión lectora en Argentina y promover la prioridad de la alfabetización en la agenda educativa”. La consigna que buscarán visibilizar en redes sociales es #NoEntiendenLoQueLeen.
Al leer textos adecuados a su edad, casi la mitad los alumnos argentinos no son capaces de localizar información presentada literalmente ni de realizar inferencias a partir de información sugerida, destacada o reiterada, según los criterios de la evaluación regional ERCE, aplicada por UNESCO en 2019. Además hay profundas desigualdades por nivel socioeconómico: entre los estudiantes de menores recursos, el 61,5% no alcanza el nivel mínimo en lectura; la cifra asciende al 26,3% entre los estudiantes de mayor nivel socioeconómico.
A partir de este panorama crítico surge la campaña nacional por la alfabetización, impulsada por organizaciones de la sociedad civil como Argentinos por la Educación, Asociación Conciencia, ACDE, el Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE), Help, Enseñá por Argentina, Junior Achievement, Fundación Leer, FONBEC, Minkai, Reciduca, Fundación Varkey, Voy con Vos, entre otras.
El objetivo es generar conciencia sobre las dificultades de lectura que afectan a los estudiantes argentinos, y a movilizar a toda la sociedad para contribuir con la mejora de los aprendizajes. Para adherir a la campaña, los ciudadanos pueden sumar su firma en la web https://www.queentiendanloquelean.org
Como parte de la iniciativa, estas organizaciones le solicitan al presidente Alberto Fernández y a los candidatos presidenciales que desarrollen un plan para priorizar las políticas de alfabetización, incluyendo el apoyo técnico a las provincias y la transferencia de recursos, además de la implementación periódica de pruebas Aprender en 3er grado. También apuntan a que los gobernadores provinciales se comprometan para lograr que todos los estudiantes terminen tercer grado con un nivel adecuado de comprensión lectora: para eso se les pide invertir recursos, ejecutar un plan concreto y visibilizar resultados.
Como parte del recorrido que vienen realizando para comprender los desafíos que enfrenta la educación argentina se reunieron con más de 100 personas de distintos espacios y sectores: referentes educativos, funcionarios, exfuncionarios, dirigentes sociales y sindicales, integrantes de organizaciones de la sociedad civil, docentes, familias y académicos, con el fin de lograr los acuerdos mínimos que permitan enfrentar este grave problema.