Ahora la situación fue reiterada (o denunciada) en Paicone, a 48 minutos de la localidad antes mencionada; allí, quienes crían ganado y cuya economía depende directamente de esa actividad, lamentan la muerte de 95 animales, que estaban destinados a cría o alimentación.
Carmelo Flores, residente del lugar, dijo que para los productores la situación es preocupante por la pérdida constante de llamas y ovejas; no llueve desde el año pasado, no hay pasturas, y no hay forma de que el ganado sobreviva.
Se agravó la sequía y mortandad de animales en la Puna jujeña
Hace tiempo recibían ayuda del gobierno pero la misma se interrumpió. El afrecho y alfalfa que recibían sería esencial para que sus animales sobrevivan, y exigen que funcionarios del gobierno vayan a Paicone, conozcan la situación, y los ayuden.
También hay agricultores en la zona que podrían ser ayudados con materiales para construir huertos, y sobre todo para reemplazar el sistema de riego que tienen: viejas mangueas en mal estado por el uso y el clima de la zona, que deben ser reemplazadas.
Los 13 ganaderos de la zona tienen, como máximo, 180 llamas cada uno y viven de ellas, ya sea vendiéndolas o alimentándose.