Aunque el grupo de estudiantes objetivo solo representan el 3,9% de la matricula, ya sea porque en 2024 la discusión sobre la administración de las altas casas de estudio se convirtió en el epicentro de los debates políticos más acalorados o una cuestión de proteccionismo local sumamente necesario, la opinión pública y hasta especializada se ha volcado en la última semana a esta nueva disputa político/ideológica.
El cobro a estudiantes extranjeros "es una medida electoral" para el decano de Económicas
La posible implementación de aranceles para los estudiantes extranjeros no residentes en las universidades nacionales sigue generando polémica en la opinión pública argentina. Javier Martínez, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), analizó las implicancias de la medida haciendo énfasis en la incidencia que tendría en los próximos comicios legislativos.
Para profundizar sobre el tema, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNJu, Javier Martínez visitó Sobremesa (Canal 2) donde planteó tanto sus dudas sobre la forma en la que sería implementado como el temor por el surgimiento de una corriente tan nacionalista que caiga en expresiones discriminatorias.
Aunque el anuncio sobre los aranceles aún no se ha concretado, Martínez aclaró que, si bien no depende de manera inmediata del gobierno nacional, las universidades nacionales, por su autonomía, podrían decidir implementarlos por su cuenta. En este sentido, resaltó que, hasta el momento, la UNJu no contempla tarifar.
Sin embargo, la propuesta ha encendido el debate debido a sus implicancias a nivel económico, social y político. Martínez reflexionó sobre las consecuencias de un posible cambio en la política universitaria, haciendo hincapié en que:
Hasta hace poco, Argentina era un destino accesible para estudiantes de países limítrofes, lo que generó un fenómeno de migración estudiantil. Este flujo, alimentado por un negocio inmobiliario y agencias de viajes que facilitaban el alojamiento cercano a las universidades, podría verse afectado si el costo de vivir en el país se incrementa.
Una de las cuestiones más complejas, según Martínez, es la definición de "extranjero no residente". El sistema universitario argentino establece que, para ser considerado estudiante, basta con tener un documento argentino, sin importar la nacionalidad del alumno. Sin embargo, el decano puntualizó que la residencia es otro concepto y puede estar vinculada a los requisitos fiscales. “Aquellos que permanezcan más de seis meses en Argentina podrían considerarse residentes, lo que los obligaría a cumplir con ciertas obligaciones tributarias”, ejemplificó dado su ámbito de experiencia.
A su vez, el contador y magister en finanzas públicas, analizó el impacto de la eventual medida en términos de equidad. En su opinión, el arancelamiento no tiene un impacto significativo en la financiación de las universidades, ya que el sistema de educación superior en Argentina, aunque libre de aranceles, no es gratuito. Los costos de los servicios universitarios son, en última instancia, asumidos por la sociedad a través de los impuestos. En este sentido, defendió el acceso a la educación sin barreras económicas, y destacó que la medida podría generar una división injusta entre los estudiantes argentinos y extranjeros.
Por otro lado, el decano subrayó que, si bien el sistema universitario debería estar abierto a la diversidad y la inclusión, el arancelamiento podría generar una suerte de distención favorable a los estudiantes argentinos en carreras con alta demanda, como Medicina. El ingreso de extranjeros en algunas instituciones puede significar una competencia por los cupos limitados, que afecta al estudiantado local.
Finalmente, Martínez expresó su preocupación por el resurgimiento de discursos xenófobos en el contexto de este debate. Hizo un llamado a reflexionar sobre la tradición de Argentina como un país acogedor de estudiantes de toda América Latina, y señaló que no debe haber discriminación entre los estudiantes, independientemente de su origen. En sus palabras, "lo que se espera de la comunidad académica es que no se caiga en la xenofobia o el racismo, sino que se valore a cada ser humano por igual".