Se trata creo de la ausencia de un sistema integrado y unificado que permita a la administración pública desempeñar sus funciones de gestión de las finanzas públicas.
Una gestión repleta de déficit
En medio de esta batalla dialéctica entre el gobierno y los gremios sobre si hay o no plata en el Estado para hacer frente a los compromisos salariales independientemente de que el primer paso que hay que dar en este sentido es la transparencia, se advierte un severo problema en la planificación de los recursos gubernamentales.
Una buena gestión de las finanzas públicas está asociada a la buena gobernanza, la transparencia y la rendición de cuentas, todas ellas características importantes si un gobierno quiere generar confianza atraer ayuda, inversión extranjera y elevar su posición en la comunidad internacional.
El valor confianza opera como un commodity, tema que ya hemos hablado la confianza tiene al menos para el mundo un valor innegociable. Curiosamente en Latinoamérica cuesta entender el valor de este concepto…
Un problema de gestión es un nudo de cuyo desenlace se derivan el éxito programático y político de una iniciativa y la mala gestión es un desenlace político programático insatisfactorio.
Hay indicios suficientes para sospechar que en Jujuy se muestran numerosos problemas de gestión que se repiten y se resuelven de modo desfavorable ante situaciones de diferente gravedad y en todos los niveles del Estado.
En ese sentido podemos identificar al menos tres nudos problemáticos en materia de déficit organizacional, déficit de información y los déficits de decisión.
Además, hay estructuras inadecuadas en la burocracia estatal respecto de la responsabilidad que se asume sobre cada problemática.
Hay una falla en materia de acumulación de datos sistemáticos sobre los problemas en los que se desea actuar.
El déficit decisional es un proceso de toma de decisiones que produce fracasos o resultados políticos desfavorables.
Sadir está sufriendo en este capítulo pequeños fracasos en su gestión porque el poder en la sombra que ejerce Morales afecta los procesos decisionales del actual gobernador.
Hay un problema de equilibrio en el gobierno de la provincia entre las preferencias de los ciudadanos, las capacidades de los ministerios y las viabilidades que proporciona el entorno. Este es el dilema que no quiere no puede o sabe enfrentar el gobierno.
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