Se necesita capacidad de respuesta mediante políticas públicas…
Un Estado repleto de personas pero ineficiente
La democracia está perdiendo la receptividad. Esto implica que los gobiernos respondan eficazmente a las necesidades de las demandas sociales.
Esto no está pasando sino por el contrario la discontinuidad de las políticas públicas, una vez lanzadas, es el resultado del malestar de la sociedad con los gobiernos que exigen con impuestos que van vaya a saber uno a donde pero que evidentemente no tienen un retorno en materia de prestación eficaz de los servicios.
Los gobiernos no son receptivos y no están gobernando con sentido público y es por eso que si no cambian están condenados en el futuro inmediato a la ineficiencia administrativa, al castigo electoral y a la hostilidad política, que es lo que estamos viendo en estos momentos.
Siempre hay necesidades a satisfacer y hay preguntas básicas para formularle a la política como por ejemplo cuales son los planes para satisfacer esas necesidades o donde están los programas para resolver los problemas irresueltos como así también los proyectos para remover las causas pendientes.
Solo hay cosmética. En 9 años no se han resuelto ninguno de los problemas estructurales serios de Jujuy…
Pero además hay un problema tal vez de la propia idiosincrasia política que lanza una política pública y no la sostiene en el tiempo. Hay como una suerte de discontinuidad de las acciones que impide que se resuelvan los problemas…esa discontinuidad lo que hace concretamente es perpetuar los problemas o naturalizarlos.
Lo que veo además es que a la gestión actual le están faltando diagnosticadores que son especialistas en identificación de necesidades sociales y problemas irresueltos que aporten alternativas nuevas innovadoras posibles.
Además el diagnóstico de políticas públicas supone una investigación con acción participativa consultando fuentes, no tan solo locales, y allí es donde estos diagnosticadores deben ser especialistas en la realización de esas consultas y obtener las respuestas.
El consultor José Emilio Graglia habla del concepto de ceguera que no supone la falta de un diagnóstico sino la ausencia de un análisis previo de las políticas existentes. A veces la falla se da porque se diagnostica sin describir ni interpretar los planes.
Lo más grave es la discontinuidad luego del lanzamiento de una política pública ya sea en salud, educación, seguridad o ambiente hasta incluso en la metodología para liquidar un salario…
Si esto no se corrige seguimos en la lógica de volver a empezar siempre, y no se resuelven viejos problemas que se juntan con nuevos problemas, esa combinación solo atrasa el progreso y el porvenir de las sociedades.
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