Punto de no retorno, por Pablo Cingolani
09 de junio de 2019 - 00:00
El violinista por Marc Chagall.
El sujeto de pasión nos expresa en el siguiente poema con bellas imágenes la oposición de los elementos que proporcionan felicidad y Paz al hombre y aquellos que lo hunden en la destrucción.
PUNTO DE NO RETORNO
Parece que la culpa la tiene la historia
James Joyce: Ulises
Se puede volver al muelle, a los aromos, a la quietud más mansa de todas
Se puede volver de la arena si no te celebra, si te enreda y te acosa
Se puede volver del viento si no te canta y te abraza como boa
Puedes volver al desierto cuando estés dispuesto
A no llorar porque los médanos se caigan encima tuyo e igual respires
Y la arena pueda oxidarte los pies y lo mismo te lleven lejos
Puedes volver a danzar con el viento cuando, de una vez
Aprendas a bailar entre remolinos y tormentas
Y el viento, sagrado soplo, no te enfrente, te eleve hacia las nubes
Se puede volver a dar dos pasos atrás para dar un paso al frente
De lo que no se puede volver, de lo que jamás vas a volver
De lo que nunca intentes caer pensando que vas a salir del pozo
De lo que te va a chupar, te va a rajar, te va a romper el bocho
De lo que no te cura nadie porque no hay cura ni razón para curarte
Es de la traición, es creer que no lo hay, y no te llaga, y no te abrasa el alma
Como el infierno que verdaderamente es, fue siempre y será así hasta el final
De lo que no se puede volver, y deberías saberlo, es de la traición y
De todos sus bastardos hijos. Es el deshonor, es la cobardía, no es la historia, es
La tristeza infinita que todo eso acuna y lacera y te carcome y no te va a dejar
Vivir por más que creas que se puede regresar de allí. De ese punto de no retorno.
Río Abajo, 22 de septiembre de 2018.
Pablo Cingolani
Escritor, historiador argentino. Vive en Bolivia.