En los hechos, miles de jujeños que dependen de este medio para llegar a sus trabajos se encontraron con que el servicio todavía no se había regularizado y nuevamente tuvieron que optar por otras alternativas.
Y es que, si bien hubo un compromiso de pago durante el fin de semana, los choferes decidieron esperar que efectivamente los depósitos se concreten, con lo cual se estima que cerca del mediodía la circulación sería "normal".
No obstante los choferes de Unión Bus evidencian que el conflicto es mucho más complejo. No solo esperan que se les paguen los sueldos, sino también los conceptos adeudados de todos estos meses, donde los recortes han llegado a ser del 40%.
A primera hora de hoy y pese a la lluvia se convocaron en la puerta de la empresa para reclamar soluciones. La postal de los trabajadores bajo la lluvia es la postal más clara de la falla comunicativa del gobierno.
Se puede interpretar que es un problema casi patológico de la actual gestión comunicar que un conflicto llegó a una solución, sin meriturar si realmente tiene todos los elementos para darlo por sentado.
Puntualmente en el transporte y la cuestión de los pagos adeudados, la problemática se arrastra desde finales de 2018 con paros sucesivos de los cuales no hay antecedentes. La actual gestión debería, cuanto menos, haber ganado experiencia en saber anticipar la duración de estos reclamos entendiendo que ni siquiera a base de imposiciones se los puede solucionar.