No todos los héroes llevan capas. A veces, andan de remera y mochila al hombro. Un chico de 17 años salvó a sus compañeros que viajaban en un micro escolar después de que el conductor sufriera un infarto en medio de una autopista. El incidente ocurrió este miércoles cerca de la localidad brasileña de Sertãozinho, en el estado de San Pablo.
Kaio Eduardo Ferreira se dio cuenta de que algo le pasaba al chofer y en un segundo agarró el volante y logró detener el vehículo, que llevaba a 35 chicos, en el borde de la autopista SP-322.
“Estaba mirando la ruta, luego vi que el chofer caía hacia un lado, soltó el volante y me di cuenta de que estaba medio inconsciente”, recordó el adolescente en diálogo con medios locales.
Según explicó, el micro iba justo en medio de la ruta, en un tramo muy transitado entre la ciudad de Ribeirão Preto y un parque industrial. Temía que se produjera un accidente. “Pensé: si voy para hacia la banquina, no será tan grave. La gente gritaba mucho preguntando qué le había pasado al conductor. Todos se levantaron al mismo tiempo y fue muy tenso”, dijo a g1.
Antes de lograr detener el micro, el joven, que nunca había manejado en su vida, se llevó puesto una señal de tránsito e invadió una rampa de acceso a la autopista, pero logró evitar a otros vehículos.
Luego, otros dos compañeros abrieron la salida de emergencia para que los demás estudiantes pudieran salir.
Kaio se llevó elogios de sus compañeros. “Creo que fue un gran acto heroico, porque si él no hubiera estado allí con nosotros, podría haber pasado lo peor”, declaró Enzo Jacomini, también de 17 años.
El conductor murió
El chofer del colectivo murió en el acto. Fue identificado como Claudemir de Araújo, de 51 años. Llevaba menos de un año trabajando como contratista para el Ayuntamiento de Pontal.
El sentimiento de alivio de Kaio por su proeza se mezcla con la tristeza que siente por la muerte del conductor. “Espero que la familia esté en paz, que puedan consolarse mutuamente”, dijo sobre el chofer, que los llevaba a clases cada día desde el año pasado.
Otros estudiantes recordaron la amabilidad de Araujo. “Siento mucho que se haya ido porque fue un muy buen chofer con nosotros”, dijo Evelin Aguiar.
Ella fue una de las personas iba adelante y logró abrir la salida de emergencia. “Estaba bloqueada y era imposible salir, y la gente estaba muy asustada, desesperada, gritaban mucho”, recordó Enzo.
“Tiramos de la palanca, pateamos la ventana y se cayó. Entonces ya había alguien afuera para ayudarnos a saltar”, dijo el estudiante.