En esta oportunidad ponderamos el Pucará de Tilcara, uno de los sitios más emblemáticos de la Quebrada de Humahuaca.
Clarisa Otero, arqueóloga e investigadora del CONICET, nos cuenta que trabaja allí desde hace quince años y lo conoce casi como la palma de su mano. Para ella es como una segunda casa o un lugar al que siempre elegiría volver.
"Tenemos tanta riqueza en la provincia y no es necesario irse a otros lugares. El Pucará es testimonio del pasado jujeño preincaico, fue fundado en el Siglo XII d. C. está en el centro de la Quebrada de Humahuaca".
"El Pucará llegó a ser capital de la provincia incaica de Humahuaca y ahí concentró por lo menos 3 mil personas trabajando para el Inca y también había representantes funcionarios del Inca. Es un sitio muy importante a nivel arqueológico porque es un testimonio en el NOA, fundamental para reconstruir la historia del Tawantisuyu, el imperio incaico. También para reconstruir la historia de los pueblos preincaicos, los originarios de la región".
A partir del Siglo XX, el Pucará fue puesto en valor como un museo de sitio, es testimonio de la cultura regional y su fin es conservar el patrimonio y a la vez permitir que se conozca. En condiciones normales llegan turistas de todas partes del mundo, muchas veces solo para tomarse fotos.
Lo cierto es que más allá de las bellezas panorámicas que ofrece, hay más para descubrir. Clarisa considera que visitar el Pucará es como viajar al pasado.
"Es un lugar de los ancestros porque ahí hubo muchos entierros, son los ancestros de los actuales habitantes de la localidad de Tilcara, en las viviendas se enterraba a los difuntos. Y lo que hay que ver, no son solo las casas reconstruidas, sino aquellos espacios que han quedado con los muros originales, algunos alcanzan casi los dos metros de altura".
"Estar ahí es sentir la presencia de los ausentes. Es un lugar sagrado, como cuando uno entra a espacios ceremoniales, religiosos, hay que entrar con mucho respeto porque es un testimonio de historia único. Hay que conocer para saber proteger".
Lo que Clarisa Otero recomienda es visitarlo junto a los guías especializados que son quienes pueden facilitar la interpretación del lugar y así poder hacer ese viaje por la historia.
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En 2019 Clarisa Otero descubrió en el Pucará de Tilcara, Jujuy, los restos de una mujer adulta que aparentemente tuvo un destacado rol social durante la dominación incaica en la Quebrada de Humahuaca, producida entre los siglos XV y XVI.
Sus restos estaban colocados en posición genuflexa, junto a diversidad de piezas cerámicas, huesos de animales, cuentas de collar, placas de metal, un tubo de hueso que pudo ser parte de un instrumento musical o para inhalar alucinógenos, y también de pigmentos, bloques de pedernal, y dos morteros con adherencias de mineral de cobre y hematita.
El hallazgo fue realizado el 18 de noviembre de 2016 cerca del mediodía, en un sector de viviendas y talleres de producción artesanal ocupados durante la dominación incaica de la región, pero recién fue dado a conocer en 2019 luego de haber realizado una serie de comprobaciones.
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RECONSTRUCCIÓN DEL ROSTRO REALIZADA POR JORGE GONZÁLEZ