Noemí Isasmendí, titular de Anses II en pleno centro de San Salvador, visitó Sobremesa (Canal 2) para analizar en profundidad el rol del organismo estatal en la contención económica de los jujeños durante el último año. Aunque no lleva un año en el cargo (ingresó a fines del año pasado junto a la reapertura de la oficina céntrica) ha podido percibir de primera mano los defectos estructurales de la provincia, cuyos gobiernos no han podido subsanar.
Los números de ANSES que desnudan la verdadera pobreza en Jujuy
Cerca de 55 mil jujeños percibieron el refuerzo para trabajadores informales, se trata de residentes fuera del sistema, sin aportes o cobertura médica. Para la jefa de la oficina en calle Independencia, el Estado nacional marca presencia, pero los programas sociales no pueden sostener una provincia “con los salarios más bajos del país”.
“No tenemos una generación de empleo genuino, no tenemos recambio de lineamientos industrializados y empresariales que hagan un cambio productivo en serio. Seguimos dependiendo en gran medida del Estado”, haciendo referencia a la inmensa planta estatal, cercana a los 100.000 trabajadores, cuyos salarios se encuentran económicamente desfasados frente a la inflación y con gran cantidad de ítems no remunerativos.
La funcionaria explicó que dada la coyuntura la Administración Nacional de Seguridad Social dispone de programas cuya incidencia es mayor a un mero paliativo, descartando las críticas sobre el plan platita que le ha sido adjudicado al candidato presidencial Sergio Massa como una maniobra electoral.
“…Localmente las personas que reciben su refuerzo lo vuelcan sobre el comercio local, un círculo virtuoso que fortalece el comercio minorista, se genere mayor recaudación, se retroalimenta el sistema… Una serie de medidas que se han tomado durante todo el año, para acompañar y reparar. La gestión anterior hizo mucho daño a los sistemas político-institucional-económico del país y como gobierno peronista hay que repararlo, aún en un contexto inflacionario no provocado por este gobierno”, profundizó Isasmendí antes de describir cifras de acceso a los créditos para casi todos los estratos laborales y socio económicos que deberían interpelar a la clase política local.
“Exactamente 54.609 personas están dentro de un sistema totalmente informal develado por el último refuerzo de octubre 2023, algunos sin ningún ingreso o cobertura … Se trata de vendedores ambulantes, personas que no cumplen requisitos para jubilarse, no estudian o no acceden a otros beneficios sociales”, explicó sobre los créditos a trabajadores informales, que en términos poblacionales representa casi el 8% de la población total de la provincia y más del 35% de la población económicamente activa.
Aproximadamente 5.000 trabajadores jujeños en relación de dependencia pudieron acceder a los créditos con tasas bajas. Pero la situación realmente preocupante se encuentra entre jubilados y pensionados, teniendo en cuenta que de los 128.000 jubilados provinciales, 75.000 accedieron a los bonos de $37.000 beneficio que apuntaba a recomponer el salario previsional mínimo. Se trata de adultos mayores cuya canasta básica suele ser entre 70% a 100% más costosa que la divulgada por Indec, por consiguiente el monto total más bono que se aplicó hasta el vigente noviembre, alcanzando $124.459 es la muestra definitiva de la pobreza entre los ciudadanos de la tercera edad.