Con plazos para convocar negociaciones paritarias sumamente vencidos y una devaluación de los salarios insostenible frente a la inflación, los ánimos están caldeados al punto crítico entre los integrantes de la Intergremial. El grueso de los trabajadores de la administración pública continúan perdiendo poder adquisitivo, agravando una tendencia negativa que data desde 2016.
Gremialista afirma que el gobernador tiene "odio visceral hacia sus trabajadores"
La secretaria general de Obras Sanitarias despotricó contra los funcionarios provinciales por los malos tratos, precarización salarial y persecución que les han propinado durante los últimos ocho años. Acusó a los administradores de Auga Potable SE de malgastar los fondos, destinándolos mayormente en la embotelladora Xuma, mientras descuidan el servicio de agua potable.
“Los salarios están congelados desde hace más de tres meses, en el caso particular nuestro nos ponen como referencia el sueldo de los compañeros estatales, pero hago la aclaración, trabajamos ocho horas, no nos pueden dar el mismo aumento”, explica enardecida la referente de los trabajadores de Obras Sanitarias, Yolanda Mamaní en Sobremesa (Canal 2).
La secretaria general del gremio usa como ejemplo la remuneración de los colegas salteños, cuya diferencia se duplica cuando menos. Según explica se debe al respeto por los convenios colectivos de trabajo, que en nuestra jurisdicción parecen no cumplirse, sin posibilidad de negociación con la empresa Agua Potable SE, virtualmente encargada de esa tarea: “han manoteado el convenio como se les dio la gana. Tienen la suma del poder público para hacer lo que quieren y todavía tienen el tupé de decir que hagamos juicio pero ellos no van a pagar nada ”.
Mamaní insiste que los recursos económicos obtenidos por la empresa estatal son suficientes para otorgar buenos sueldos a los empleados, pero que los fondos son “despilfarrados”, siendo que la mayor parte no se destina a los trabajadores ni mejoras del servicio, concentrándose en la planta embotelladora de agua Xuma, del barrio Arenales, emprendimiento insignia del gobierno jujeño del cual no se conocen públicamente sus ingresos-egresos.
“Allí se esconde Víctor Galarza, en un búnker que se mandó a construir… Hace varios años que no lo vemos, no da la cara. Más de tres meses de conflicto y no apareció, se supone que es el presidente, para lo único que está es para dar directivas y perseguir ”, describió la sindicalista sobre el presidente y hombre de confianza del gobernador, a quien acusa de perpetrar “violencia laboral, psicológica, de género, negar permisos e impedir cualquier acción gremial”.
Con respecto a la continuidad del plan de lucha, la histórica referente de los trabajadores sanitarios llevó tranquilidad a los usuarios, garantizando que de iniciar medidas de fuerza, el normal funcionamiento del servicio de agua corriente y derivados no se verá afectado.