A pesar del relato oficial, los centros hospitalarios están cada vez más colapsados. Solo basta con hacer una breve recorrida durante la madrugada para constatar de manera plausible las personas haciendo fila para intentar conseguir un turno en consultorios externos y cuando esto no es posible, el camino es dar la vuelta y entrar por la guardia, generando otro colapso en el sector de emergencia.
Crece la demanda en la sanidad publica
Desde hace algún tiempo largo, venimos planteando en JujuyalMomento, la creciente debilidad del sistema sanitario público en la provincia.
Lo que está claro, es que por el fuerte incremento en las cuotas de las prepagas, la caída de los ingresos laborales, el avance de informalidad y la indigencia, aumentó de manera exponencial la población que demanda de la seguridad social para recibir atención médica.
En Argentina, si se considera el conjunto de la población, el 66% cuenta con obra social, prepaga, mutual o servicio de emergencia, mientras que el 33,9% sólo posee cobertura médica a través del sistema público, este dato es aportado por el Informe sobre Condiciones de Vida del INDEC.
Otro elemento que entra en juego y que determina la cada vez más alta demanda del sistema público, es el alza de las prepagas.
También este mismo informe del INDEC da cuenta que el 44,1% de los niños y adolescentes tiene atención médica solo del hospital público. Mientras que este porcentaje desciende al 2,9% en el grupo de adultos mayores (65 años y más).
Sobre el universo de personas que demandan el sistema público, el 32,6% son mujeres y del 35,2% son varones.
El 97% de la población de adultos mayores cuenta con obra social, prepaga, mutual o servicio de emergencia.
Este minucioso trabajo, elaborado por el centro estadístico nacional, a la hora de los comparativos destaca que en la primera mitad de 2018, el 69,5% de la población tenía obra social, prepaga, mutual o servicio de emergencia y ahora descendió al 66%.
En cambio, la porción de personas que solo tienen cobertura del sistema público, aumentó del 30,2% al 33,9%.
El mayor descenso de cobertura medica esta en las mujeres, que en el 2018, el 71%, tenían cobertura y ahora este número descendió al 67,3%. Entre los varones, se redujo del 67,9% al 64,6%.
Este proceso fue continuo a lo largo de esos años, y por ahora no se vislumbra cuando se podrá experimentar alguna remontada.
También este informe deja en claro que durante los meses duros de la pandemia hubo una elocuente mayor tensión en el sistema público, ya que existió un fuerte incremento de la demanda de prestaciones. Mientras que en ese mismo periodo se redujo más la cobertura médica de obras sociales o prepagas.
Dicho de manera más clara, durante la pandemia, el sector publico fue el que soportó la mayor presión, fundamentalmente el recurso humano que trabajó a destajo resignando su propia salud.
Otro dato importante está, que con el levantamiento de las restricciones de la cuarentena, descendió al 31,1% los que sólo se atienden en el hospital público, para crecer al 33,9% en la primera mitad de 2022, esto motivado por la tremenda crisis económica que genera el avance de la informalidad y el descenso del salario y del ingreso de la población en relación con los valores de las cuotas de la medicina privada.
También tenemos que destacar que los especialistas señalan que la estructura de la cobertura de salud presenta una fuerte heterogeneidad según los niveles de ingresos de la población.
La combinación de tipo cobertura médica entre los miembros del hogar muestra que, en un 53,3% de la población total, todos los miembros tienen cobertura, obra social, prepaga o servicios de emergencia. Esta proporción asciende a 70,2% entre los considerados no pobres, es de 30,9% entre los pobres no indigentes y de 14,3% entre los pobres indigentes.
El Gobierno acordó con el sector privado de la salud desdoblar al ajuste en las cuotas previsto para las prepagas en diciembre y modificar el sistema de ajuste en las cuotas.
El acuerdo con el Gobierno consiste en desdoblar el aumento del 13,8% que debería regir a partir de diciembre para la medicina prepaga, será del 6,9% en diciembre y 6,9% en enero.
Además, desde febrero 2023 se implementará un nuevo esquema de aumento mensual de las cuotas, en reemplazo del índice de costo de salud que se aplicaba en forma bimestral. Con este desdoblamiento, en 2022 en lugar del 113,8%, el aumento de las cuotas diciembre 2021/diciembre 2022 será del 100,9%.
De todas maneras esto es absolutamente insuficiente, ya que lejos estamos de fortalecer el sistema público. Salarios de miseria, falta de insumos, condiciones laborales paupérrimas, generan la escasez de profesionales, sobre todo en provincias como Jujuy donde la decisión política es la de desfinanciar el sistema público en beneficio de un par de entenados del poder.