Solo el instrumento legal diferencia a Vaqueros de cualquier municipio jujeño, donde los intendentes permanecen en la comodidad de la dependencia, y a Salta de Jujuy, donde los fondos sirven para doblegar voluntades y mantener imposiciones.
“El intendente es como un gobernador porque toma decisiones, le alcanza el dinero y puede hacer alguna obra gracias a esa autonomía. Eso está bien, comparado con los intendentes de Jujuy, que no tienen la autonomía ni la libertad que tenemos”, dijo Moreno.
Con esa libertad gestionan fondos, obras, ayuda y cualquier otro concepto en Buenos Aires, contó, y además, el gobernador Gustavo Sánz “nos da la posibilidad de trabajar y conseguir libremente, y nos ayuda a gestionar. Con su palabra todo se hace mucho más rápido”.
Los fondos coparticipables que llegan a Salta desde nación provienen de impuesto a las ganancias, bienes personales, IVA, y además de fondos, los municipios salteños también reciben obras del gobierno de esa provincia.
El monto se determina por la cantidad de habitantes; el área metropolitana creció, está más poblada, y próximamente se solicitará una reforma para modificar la distribución. Este municipio imita a la provincia, además, en el monto de recomposición salarial para empleados estatales:
“Actualizamos igual que la provincia, que lo hizo en un 35% para los maestros. Eso es base para todos los empleados públicos”.