Desde el 18 al 24 de noviembre se celebra la Semana Mundial de la Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM), que surge cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos dejan de responder a los agentes antimicrobianos.
La importancia de concientizar sobre la resistencia a los antimicrobianos
La resistencia a los antimicrobianos tiene un impacto significativo en la salud humana y animal, la producción de alimentos y el ambiente. Se ha convertido en uno de los desafíos más apremiantes de la medicina moderna, poniendo en riesgo tratamientos efectivos para infecciones comunes. Especialista habló al respecto.
Esta resistencia a los antimicrobianos se genera como un proceso de selección natural, donde los patógenos tienen la posibilidad de mutar cuando se reproducen y desarrollar una farmacorresistencia.
Por eso la campaña de concientización está dedicada a sensibilizar y difundir la problemática de la resistencia a los antimicrobianos y a fomentar la acción global de los servicios sanitarios nacionales, profesionales de la sanidad animal, agricultores, ganaderos, responsables políticos, medios de comunicación, de la sociedad civil y del público en general, para combatir el desarrollo y la propagación de microorganismos resistentes a estos medicamentos.
Para ahondar más en esta fecha tan importante, Radio 2 dialogó con Verónica Ferro, médica especialista en infectología y actualmente instructora de la Residencia en Infectología en el Hospital Señor del Milagro en Salta.
“Antimicrobianos indicamos distintas especialidades, no es solo algo del médico, sino del veterinario, del odontólogo, del trabajador agropecuario, entonces es un problema a escala mundial porque esa utilización del antimicrobiano de forma descontrolada también tiene impacto en lo que llamamos las resistencias antimicrobianas en las bacterias. Hay bacterias que nos ayudan a combatir y convivir con animales, con el ambiente, pero cuando se usa de manera indebida surgen los problemas”.
“Cuando uno hace las proyecciones al respecto ve que dentro de 20 a 30 años vamos a estar como estábamos hace 100 años atrás y eso es grave. No tener con qué tratar una neumonía, una faringitis, es grave, es retroceder 100 años”, expuso la médica alertando sobre la situación.
¿La solución no es tener mejores antibióticos? “Vos podés tener excelentes antibióticos y generando nuevos, pese a los costos, y si uno lo usa mal lo quema a los 2 años. Entonces no tiene que ver con nuevos medicamentos o los mejores sino usarlo bien. Hay dosis que cumplir, frecuencias, hay un tiempo determinado. El antibiótico no es analgésico, no debe ser usado de forma irrestricta”, respondió.
¿Cómo se relaciona que en el campo se usen antibióticos con la salud de una persona? “Si yo utilizo un antibiótico muy conocido para internación o terapia intensiva, que tiene como efecto colateral engordar al cerdo, ese cerdo está expuesto a ese antibiótico y si yo después como ese animal, ya nos encontramos con bacterias que tienen información para defenderse de los antibióticos y empiezan a rondar en la comunidad. Entonces hablamos de un problema que necesita solución integral, ambiental, animal y humano”, indicó.
¿Qué pasa internamente en los hospitales con pacientes con múltiple resistencia a los medicamentos? “Es muy complejo, para alguien que elige esta profesión porque buscamos curar, tener que decirle a una persona que no tenemos opciones para tratar es muy duro y esas situaciones se están empezando a vivir. Es complejo, las bacterias no es que lo hacen a propósito, es su forma de defenderse y crecer, y allí el paciente requiere traslados, aislamientos y demás acciones que requieren costo y complejidad, realmente la resistencia antimicrobiana tiene mucha complejidad para el paciente porque una enfermedad que podría haber durado días dura mucho más tiempo. Requiere de un cambio de cabeza sostenido donde todos somos parte”.