Hasta la década de 1990 y durante casi un siglo se pensó que el cerebro era un órgano estático y que “nada en el cerebro se regenera una vez perdido”, tal como lo postuló el Premio Nobel español Santiago Ramón y Cajal.
Neuro rehabilitación: de recuperar funciones a optimizar la calidad de vida
Especialista en neurología habló de la sorprendente capacidad de reorganización y regeneración que tiene el cerebro, como un pilar fundamental para repensar la rehabilitación de los pacientes que sufrieron alguna patología.
En los años 90 esa afirmación se puso en duda y dio lugar a la “Década del Cerebro”, cuando desde instituciones como la American Academy of Neurology, quizás exagerando en su definición, anunció que la ciencia médica estaba en condiciones de hallar la cura para todas las enfermedades del cerebro.
Si bien esto no fue así, dio lugar a nuevas investigaciones, incluso desde Argentina, de la mano del doctor Leandro Cohen, donde se pudo ver que el cerebro tenía la capacidad de recuperar funciones motoras que antes se pensaba que ya estaban perdidas. Incluso, bajo determinados estímulos se puede dar lugar a una neurogénesis o generación de nuevas neuronas por reproducción celular, incluso en personas en edad adulta. Es así como nace el termino Neuroplasticidad.
En base a esta información es que en Radio 2 se conversó con María Laura Salarino, nuerologa y directora médica de INERE Martínez, para indagar en cómo esa sorprendente capacidad de reorganización y regeneración que tiene nuestro cerebro, puede ser un pilar fundamental para repensar la rehabilitación de los pacientes afectados por patologías de tipo neurológica.
Saladino explicó que una lesión cerebral puede ser ocasionado por diferentes situaciones, como un Ataque Cerebro-Vascular (ACV), un incidente de tránsito o producto de una enfermedad neurodegenerativa, como el Alzheimer (un tipo de demencia). Es así que, gracias a toda la evidencia disponible actualmente, se trata de estimular la neuroplasticidad adaptativa (propiedad exclusiva del sistema nervioso) para que un área no dañada del cerebro “tome la posta” para cumplir las funciones de la región dañada, y así recuperar la función perdida o alterada. Para que esto ocurra el estímulo de neurorehabilitación debe ser el adecuado en “tiempo y forma”, ya que existe una ventana de oportunidad para que se manifieste este proceso de reparación/recuperación.
En todos los casos, es importante reconocer que estos pacientes críticos necesitarán de todo un equipo de profesionales, donde no sólo está el médico neurólogo y el kinesiólogo, sino también acompañan disciplinas como la terapia ocupacional, la fonoaudiología y del campo de la salud mental.
Las “horas de oro” son las posteriores al inicio de la atención dentro de una institución sanitaria, donde es muy importante la evaluación de todo ese equipo y proponer así un plan de trabajo, para que, de esta forma, pueda evitarse que el daño avance y a la vez, comenzar con acciones que permitan al cerebro reorganizarse y readaptarse. Saladino destacó que es importante intervenir en la misma terapia intensiva, junto con el equipo de cuidados críticos, tendencia actual en todos los centros de referencia en esta materia.
A esto, se suma la posibilidad de contar con nuevas herramientas tecnológicas que pueden ser de gran ayuda para el paciente en el proceso de recuperación, pero es necesario tener en cuenta que son complementos, y que la base es el abordaje interdisciplinario de cada uno de los problemas que aparecen en la vida de la persona, explicó.
En otra parte de la entrevista, la neuróloga explicó que el apoyo familiar y de su círculo más próximo es muy importante, no solo por el apoyo que brindan en las horas donde no está presente el equipo de salud, sino también por una cuestión de salud mental y bienestar. Poder retomar, con supervisión médica, familiar y teniendo en cuenta la opinión del paciente, algunas tareas de su vida cotidiana, como la higiene, el encuentro social, algunas tareas laborales, como muchos otros aspectos. Por supuesto que todo dependerá de su estado de salud, las causas del evento neurológico y las posibilidades reales en las que se encuentra.
Todo este trabajo, basado en los nuevos conocimientos del campo de las neurociencias, permite que los pacientes puedan recuperarse y retomar sus actividades, en la medida de lo posible, sin perder calidad de vida.