Los ríos del lugar, al igual que los ojos de agua y las vertientes, de acuerdo a Limachi, están secos, por eso van todos los días a Río Juan Galán a buscar agua para sus animales. Los vecinos la cargan en tanques, botellas, bidones y cualquier otro recipiente y la acarrean en sus vehículos. Otros colaboran con alimento para no perder más hacienda.
“Los animales desfallecen de hambre y sed, están débiles”, dijo Limachi.
Para el residente, el problema no es actual, y se debe a los misiles antigranizo que se disparan en la zona.
Productor de La Almona alerta por la falta de agua en la zona
“Es una mala práctica de la lucha contra el granizo: se acumula el hielo, no lo dejan caer y no tenemos las vertientes que se formaban, no se alimentan del deshielo y el agua no llega a la zona. Es evidente que esta lucha perjudicó mucho a la zona, también está la sequía, que es natural, pero creemos que este lugar fue muy dañado por esa práctica”.
El Estado, para los residentes de Los Alisos, está ausente y no dio soluciones a la problemática que acarrea el uso de misiles. Los vecinos y productores, afectados económicamente, se van a otros lugares porque no pueden sembrar, criar animales ni abastecerse.
“Antes la gente podía tener animales pero ahora no es posible porque no hay agua. Al perder una vaca que está por parir son años que perdemos por haber logrado que llegue a esa edad, perdemos dándole de comer y llevándole agua. Es un perjuicio muy grande que nadie ve”.
Semanalmente, un aguatero va a Los Alisos y vende un tanque de agua de 8.000 litros a cada familia que la usa para cubrir las necesidades humana y de la hacienda animal que todavía les queda.
“Estamos mal vendiendo nuestros animales para poder subsistir”, sostuvo el residente.