Para quienes no conocen las costumbres jujeñas les es llamativo observar cómo conviven con total naturalidad las creencias católicas con la veneración a la Pachamama. Y es que previo a realizar el ritual la gente se arrodilla frente al pozo en la tierra, se persigna, pide permiso y procede a ofrendar las comidas, bebidas y hojas de coca.
Señal de la Cruz y Pachamama: Cómo convive el catolicismo con el ritual ancestral
En la América precolombina los nativos veneraban a la Madre Tierra hasta la llegada del hombre europeo sus creencias se vieron impregnadas por el cristianismo. De este sincretismo es que en la actualidad, en lugares como Jujuy, la gente mantiene tanto sus creencias católicas como las heredadas por tradición familiar y es común ver a cualquier persona persignarse frente a la Pachamama.
De la misma manera, en gran parte de Sudamérica la celebración de la Pachamama es practicada en agosto por personas mayormente cristianas, de manera paralela a su creencia base.
Para el Padre Víctor Achura, este sincretismo se da por herencia familiar, son costumbres que se van transmitiendo de generación en generación.
"Recuerdo a mis abuelos y padres que hacían este ritual. El 1 de agosto en El Carmen había una nube de humo. Se va incensar lo sagrado, la casa que es el primer lugar sagrado, buscamos siempre la convivencia, estar contentos, la alegría con los demás, también la tierra que ha sido en distintos momentos de la historia venerada, querida y hoy nos une un enorme respeto".
"El Papa Francisco nos ha pedido entre todos cuidar, amar y respetar la casa común, es decir la Tierra es la casa común, no es la propiedad de unos cuantos, es de todos. Entre todos debemos hacer algo para dejarla mejor a las generaciones que vienen".
Desde la mirada de la Iglesia, es un día importante, dijo Achura, "porque nos da la posibilidad de hablar de Dios creador, Dios que creó esta Tierra".
"Uno habla de Tierra y habla de madre. El varón y la mujer engendran pero la única que da vida es la madre, y la tierra es la madre. Nos da vida , nos da una identidad, un modo de ser, nos da vínculos, por eso tiene un significado muy profundo",
"Quién no quiere a la madre, quién olvida a la madre", preguntó y sostuvo que esto es lo que se debe transmitir a las generaciones venideras.