La institución está en el Departamento Ledesma, a 45 kilómetros de Fraile Pintado.
El año pasado su estado edilicio era comprometido, y tenía otras muchas falencias como la ausencia de especialistas médicos, falta de energía eléctrica y problemas de comunicación y transporte.
Casi nada cambió, aunque para quienes dependen del mismo, que hayan comenzado obras de refacción es todo un logro. De acuerdo a Carlos Cruz, el agente sanitario que trabaja en el lugar, las mismas comenzaron en agosto y tardarán tres meses en completarse. Por estas, tuvieron que trasladar la atención a un aula de la escuela de la zona, cedida por el director de la institución educativa.
En ese puesto de salud, además de Carlos (quien cumple tareas de lunes a viernes) trabajan una enfermera (de lunes a viernes) y dos enfermeros de Fraile Pintado, que atienden las guardias de sábado y domingo.
En cuanto a insumos “tenemos lo básico; con la demanda que hay, estamos bien”, marcó Cruz, aunque casos como embarazos u otras situaciones urgentes tienen que derivarse al hospital de Fraile Pintado. Una ambulancia tarda dos horas en llegar a Normenta Pacha y otras dos para volver al hospital.
Pese al inicio de obras, siguen los problemas en el puesto de salud de Normenta
La llegada de la misma se complica aún más en verano, durante la época de lluvias, cuando crecen los arroyos y ríos de la región.
Lo que necesitan es la visita regular de especialistas médicos (“el año pasado vinieron dos veces. Este año lo hicieron en junio y no confirmaron cuándo regresarán”). Los últimos que los visitaron (odontólogo, ginecólogo, educador para la salud y médico generalista) pertenecían a un equipo itinerante de San Salvador de Jujuy que visita localidades alejadas de Capital.
La comunicación sigue siendo un problema; solo hay señal de internet en la escuela, no en el puesto de salud.
No hay energía eléctrica, todo funciona con paneles solares. Esperan que con las refacciones se incluya la conexión a una red.