Las organizaciones de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que integran el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, la CCC y el MTE de Juan Grabois, definieron un nuevo plan de lucha en las últimas horas.
Este viernes movilizarán al Ministerio de Desarrollo Social y al ministerio de Economía; el martes 20-fecha sensible por el recuerdo de la crisis del 2001- marcharán contra “supermercados y grandes alimenticias”, y para el jueves planean una concentración en todo el país. Ese jueves, promete uno de los jefes de la UTEP, la demostración de fuerza “será muy grande”.
La crisis interna estalló a principios de noviembre luego de la filtración de un informe de la AFIP que indicaba que más de 250.000 beneficiarios del Potenciar Trabajo declararon Bienes Personales o compraron dólar ahorro. Según los referentes de los movimientos, la ministra de Desarrollo estaba dispuesta a suspender el pago de cientos de miles de planes, algo que finalmente no sucedió.
Ahora, las organizaciones reaccionaron luego de que Tolosa Paz y la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, anunciaran que los beneficiarios del Potenciar Trabajo recibirán un bono de $13.500 a pagar en dos cuotas de $6750: una previa a Navidad, el 21 de diciembre, y otra para enero.
“Intentamos todos los caminos, hablamos con ella, buscamos una salida más coherente. Pero la ministra primero empezó con las bajas de planes, todavía no se resuelven los convenios de herramientas, no se resuelven los convenios de alimentos, y ahora anuncia un bono miserable en dos partes. Todo a las apuradas, minutos antes del anuncio avisaron, les dijimos que el monto era inviable y pagarlo en dos cuotas directamente era tirarle nafta al fuego”, dijeron en la UTEP.
Según indican referentes de organizaciones sociales con asiento en el ministerio de Desarrollo, el vínculo con Tolosa Paz está roto. Aseguran que no hay ningún diálogo en la toma de decisiones y que las medidas “corren por cuenta de la ministra”. Sin embargo, hasta ahora no han abandonado el Ministerio.
Pero, más allá del aumento de la conflictividad en las calles en pleno diciembre, la pelea con las organizaciones sociales abrió un nuevo problema electoral para el Ejecutivo, en más de un sentido.
Por un lado, los movimientos, que supieron ser la principal fuente de apoyo de Alberto Fernández en la larga pelea con Cristina Kirchner y el sector que responde a la Vicepresidenta, se alejaron claramente del Presidente y de sus aspiraciones de reelección.
Por otro lado, en las organizaciones entienden que las últimas decisiones del Ministerio de Desarrollo Social y el “ajuste” que encaró el Ministerio de Economía bajo la conducción de Sergio Massa pegan directamente sobre la base electoral del Frente de Todos.
“Por un lado hay un contexto de ajuste, pero tambén vemos una absoluta impericia. Tolosa Paz no tienen en cuenta lo complejo del contexto, parece alguien que no vivió un diciembre en la Argentina en los últimos 20 años. No se entiende ni siquiera desde un aspecto electoral personal: el ajuste no la beneficia electoralmente dentro de nuestro frente político”, consideró en diálogo con TN un importante dirigente del triunvirato de San Cayetano, como se comprende al Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y la CCC.
Como todo el Frente de Todos luego de que Cristina Kirchner anunciara que no será candidata en el 2023, los movimientos sociales también están en proceso de reordenamiento. Aunque mantienen el plan de lanzar en febrero su propio partido político para pelear la interna oficialista, sobre todo en Buenos Aires, tendieron puentes con todos los sectores: además de conversaciones directas con la Vicepresidenta y Máximo Kirchner, afianzaron los puentes con los gobernadores y con la CGT.
“Estamos más ordenados, y con la lógica de acumular sustento interno. Pasamos momentos complicados en los últimos meses y llegamos al punto de que se podía forzar una ruptura. Sostenemos el objetivo de pelear la interna en el conurbano y buscar intendencias”, indicó uno de los principales referentes sociales oficialistas.