Los efectos de la migraña son tan intensos, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que es una de las veinte enfermedades más incapacitantes en todo el mundo y afecta al 14% de la población mundial.
Migraña: qué es, cómo identificarla y cómo combatirla
Este 12 de septiembre se recuerda el Día Internacional de Acción contra la Migraña, una enfermedad que afecta millones de personas a nivel mundial. Especialista en cefaleas y dolores faciales expuso las características de esta patología y cómo actuar ante su diagnóstico.
En Argentina, unas 5 millones de personas padecen este cuadro, aunque solo el 40% de las personas que la padecen reciben un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Ante esta realidad, cada 12 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Acción contra la Migraña, para poner sobre la mesa cómo influye la patología en la vida diaria de las personas y con el objetivo ayudar a concientizar sobre el impacto que tiene esta condición.
En el marco de esta fecha tan importante, Radio 2 dialogó con Gustavo Fischbein, jefe del área Cefaleas y Dolor Facial del Servicio de Neurología del Hospital Favaloro.
¿La migraña es un simple dolor de cabeza?
“No. El dolor de cabeza engloba más de 200 entidades distintas, habitualmente los médicos solemos distinguir los dolores de cabeza en dos grandes categorías: las secundarias en las cuales las cefaleas son síntomas asociados a alguna otra patología y las primarias en las cuales el dolor de cabeza es el problema en sí. Dentro de este grupo de cefaleas primarias, la migraña es un subtipo que tiene sus características especiales, sus signos y síntomas bien definidos y tiene sus criterios diagnósticos para establecer cuando un paciente es migrañoso”.
¿Cómo saber si tengo migraña?
“Habitualmente el diagnóstico de migraña se establece cuando el paciente tiene más de cinco episodios que se caracterizan por un dolor moderado a severo, características pulsátiles opresivas que se acompañan de nauseas o vómitos, intolerancias a la luz, a los ruidos, a los olores y empeora con el movimiento y que en estadios iniciales se autolimita en 4 a 72 horas. Si un paciente tiene uno de esos dolores de forma periódica, uno puede establecer la migraña”.
¿Por qué se produce?
“De donde aparece la migraña es una gran disquisición, obviamente hay un factor genético que es muy importante. Los pacientes migrañosos tienen antecedentes familiares y además hay factores ambientales que influyen en el desarrollo del dolor. La mayoría de los pacientes que poseen diagnóstico de migraña, ellos reconocen que hay circunstancias, alimentos, gatillos puntuales que suelen detonarle crisis. Posturas por tiempo indeterminado o cosas simples como caminar al aire libre con el sol pegándole a los ojos, pueden ocasionar migraña”.
¿Se puede tratar la migraña?
“Los que nos dedicamos a hacer cefaleas hacemos hincapié en todas las medidas higiénico-dietéticas que son el pilar basal del tratamiento, que el paciente aprenda identificar cuáles son sus detonantes habituales para tratar de evitarlos o corregirlos. Hacemos mucho hincapié en la realización de actividad física de índole aeróbica, que empiecen a hacerlo en forma gradual y extensiva para incrementar los tenores de sustancias de producción propia que son las que previenen de tener tantos episodios migrañosos”.
¿Puede aparecer la migraña en la niñez o es solo de adultos?
“Desafortunadamente uno ve que en la niñez hay episodios de migraña o situaciones equivalentes migrañosos como el vómito cíclico o variables de torticolis que van a predecir que ese niño de más grande probablemente desarrolle una migraña. De adolescente también es común que debuten ese tipo de episodios y que luego vuelvan a la consulta a los 20 años aproximadamente”.
¿Cómo impacta en lo cotidiano?
“Hay un montón de situaciones, las más graves es de pacientes que por crisis migrañosa si son estudiantes no pueden presentarse a un examen, si trabajan tienen que faltar o una de las más tristes es que el paciente que se toma vacaciones y vuelve diciendo que los primeros días se la pasó encerrado sin poder disfrutar el viaje. Ese es el impacto que tiene la migraña, el dolor es sumamente subjetivo, es difícil de hacer entender que uno tiene dolor y el que lo padece lo sufre terriblemente. Necesita de reposo y contención”.