Esta madre soltera de una niña presentó documentación hace siete años en el Instituto de Vivienda y Urbanismo de Jujuy (IVUJ) pero no fue sorteada ni beneficiada con una vivienda propia. Incluso denunció que no figura como inscripta para este beneficio en la institución. Cuando se inscribió aun tenía un trabajo estable, pero por distintas razones tuvo que dejarlo.
También presentó notas en la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Vivienda, pidió audiencias con funcionarios, pero no obtuvo respuestas. Solo le contestaban, cuando alguien lo hacía, que tenía que esperar otro sorteo.
La habitación que alquila, donde vive con su hija, le cuesta $18.000 por mes, pero al haberla conseguido mediante un acuerdo de palabra, vive temiendo quedar en la calle. No tiene espacio para muebles, solo para una heladera y una cama, y cocina, come y duerme en el mismo ambiente. No puede pagar un departamento u otro tipo de vivienda en un barrio más cercano al centro de la ciudad porque es difícil conseguir opciones donde acepten niños o mascotas. Además que de los precios son, naturalmente, más caros.
“Les dan viviendas a personas que ya tienen casas y ni siquiera las habitan. Por lo menos gano para tener un techo, la comida, y tengo que tener todo amontonado. Esperé siete años y la gente del vecino país espera tres años y les dan viviendas. Toman terrenos solo para lucrar”.
Crisis habitacional en Jujuy: hace 7 años que espera por una vivienda