La Secretaría de Industria y Comercio eliminó el control aduanero del etiquetado de los productos textiles y de calzado que ingresan al país, se informó este martes desde esa dependencia. Se trata de controles que se vienen aplicando desde hace más de una década cuyo objetivo era contrarrestar las importaciones, sobre todo desde Brasil.
El gobierno nacional facilita la importación de calzados y textiles
Se trata de una medida que, según informó la Secretaría de Industria y Comercio, tiene por objetivo reducir los costos burocráticos.
"A partir de esta medida, que tiene como objetivo bajar el costo de la burocracia y facilitar los procesos de importación, este control pasará a realizarse ex post asegurando la obligatoriedad del cumplimiento del etiquetado", aclaró la dependencia del Ministerio de Economía mediante un comunicado.
La medida busca asegurar el ingreso rápido de los productos al país, trasladando los controles una vez que los mismos están en el territorio nacional. Las empresas, tendrán que asegurar que se cumplan los requisitos y la Subsecretaria de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercia hará los controles.
Claramente, la decisión del Gobierno en esta materia es evitar que los procesos como el sellado y etiquetado de productos, que se usan a nivel del comercio mundial como medidas que ralentizan el intercambio, dejen de tener ese criterio en Argentina, y pasen a manejarse como una cuestión de política de defensa de los consumidores.
Las etiquetas, en general, deben tener detalles de los materiales con los cuales se han fabricado los productos y el contenido de los mismos, entre otras cuestiones.
La Secretaría señaló que "los productos que se comercializan en el país deben tener una etiqueta en la que figuran los datos de la compañía y las características del producto". "En el caso de los calzados y textiles, las etiquetas contienen información de los productos que son relevantes para el consumidor, pero que no abarcan atributos de seguridad", dice la nota oficial.
Se explica que "hasta el momento, para su ingreso al país y al circuito de comercialización los productos debían contar con un etiquetado realizado en origen".
"En caso de no contar con esa etiqueta, debían pedir una autorización a la Secretaría de Industria y Comercio para el reetiquetado local a través del proceso de Adaptación al Mercado Local (AML)", explica el comunicado.
Se señala que "la medida evita también procesos arbitrarios, burocráticos y costosos que, en algunos casos, demoran significativamente la disponibilidad de la mercadería".
De acuerdo con la información oficial los trámites de etiquetados representaron en 2023 más de 1.500 expedientes gestionados en la Secretaría de Industria y Comercio.