El desgaste de los primeros minutos le significó levantar el pie del acelerador a los hombres de Sialle y fue cuando se encontró con un trabajoso partido de Ramis quien, con alguna sociedad con Gallardo logró llevar algo de peligro para un correcto Otarola. Gimnasia y Esgrima se acercó con remates de media distancia de Leandro González en tanto Suárez, de gran desgaste físico, fue un pulmón entre García-Bertocchi y el arco de Miño.
Ferro pudo cerrar con el tanteador a su favor en el PT de no ser por lo errático que estuvo Gallardo para definir frente a la humanidad del golero jujeño. Luego fue el punta Rivero quien cabeceó en el área y Cazula que con mucho esfuerzo tapó el disparo del delantero.
La parte complementaria fue más bien un trámite para ambos equipos, dio la sensación que Sialle y Osella quisieron empatar o al menos la idea fija era no perder. El ST tuvo una clara jugada al minuto de juego cuando Gallardo le comió la espalda a Cazula y sacó un remate que hizo temblar el segundo palo del arco "Lobo". Debut y despedida a la iniciativa del local que más allá que fue un poco más con la pelota, jamás le llevó peligro alguno a Fernando Otarola.
Fueron mezquinos y cuando metieron mano en el banco no quisieron arriesgar. Sin Quinteros en campo, Gimnasia fue otro; le faltó salida rápida y control en el medio. El 0 a 0 fue justo pero dio la sensación que si los jujeños hubiesen querido, otro podría haber sido el resultado final.
El ingreso de Belleggia por un extenuado Bertocchi era lógico aunque el salto de Ortigoza y Lencina podría haber sido en al mismo tiempo que Pancho Gatti, era el momento que el equipo perdió peso ofensivo y garantizarlo hubiese significado que el local no se adelante un par de metros.
Los de Sialle hicieron el negocio de sumar lejos de casa y traer un punto que tomará real valor si ante Tristán Suárez se gana en el "23 de Agosto".
El único pecado del equipo jujeño en Caballito fue no ser más ambicioso el empate enamoró a un equipo que necesitaba tal vez no perder y que busca de sobremanera alcanzar esa tan ansiada regularidad.