Recientemente, el conocido locutor Víctor Hugo Morales, alineado al kirchnerismo, dijo que los jubilados “son los que menos perdieron contra la inflación”.
“Me parece que el ritmo de aumento y bonos determinó que los jubilados, frente a la inflación, sean los que menos han perdido. Y yo tengo mi cuentita de jubilado también y me doy cuenta que ha crecido. Tengo la mínima, un poquito más que la mínima, de ahí partí y la progresión ha sido muy interesante. Yo tengo la suerte todavía de poder juntar un poco para poder darme algunos gustos. Me doy cuenta que me encuentro con dineros que se tornan interesantes al cabo de un mes y medio, dos meses”, dijo en una entrevista a Diario Crónica.
La actividad diaria de Cristina, jubilada de Palpalá, desmiente las palabras del locutor. Y también los intentos del gobierno jujeño de mostrar una provincia en alza, pujante, creciente e igualitaria.
Todos los días, a la mañana o a la tarde, Cristina va al basurero en el acceso a barrio Florida. Revuelve la basura con un palo, buscando metales como aluminio o cobre.
A veces los encuentra, y otras veces no.
Cuando tiene suerte, vende lo que recolecta y puede comer una comida decente; al menos, estirar su sueldo mínimo de jubilada, con el que no llega a fin de mes.
En un buen mes y medio, con mucha suerte, puede llegar a recolectar un kilo y medio o dos de estos metales. En un mal mes, lo que encuentra no es suficiente y recurre a sus gallinas, que le dan huevos, y en más de una ocasión, su carne para alimentarse.
“Crío gallinas; me dan huevos, y a veces, para no comprar carne, carneo una”.
Con el dinero que consigue vendiendo estos metales, además de alimentarse, puede pagar impuestos como la energía eléctrica o el gas. No puede trabajar, tampoco agacharse o hacer actividades físicas exigentes; y por ello, además de otras razones, tuvo que recurrir a revolver la basura para subsistir.
No es la única lo hace; muchas personas y familias de Florida también recurren al basural para alimentarse. Van por razones similares a las de Cristina: una situación económica asfixiante que se agrava en el caso de personas con hijos.