Ana Paula Gaite, jefa del servicio de Hematooncología del Hospital Pablo Soria, junto a Fernando Piotrowski, director de la “Asociación Alma”, y Beatriz Moiragui, médica de planta del Hospital Ramos Mejía, encabezaron distintas actividades dedicadas a enfermedades hematooncológicas.
Especialistas destacan el contacto humano frente a una enfermedad hematooncológica
Subrayaron que el acompañamiento de pares, además del profesional es importante como parte del tratamiento.
En el marco de sus acciones visitaron los estudios de Radio 2 y destacaron la importancia de que quienes viven con una enfermedad de este tipo encuentren acceso al tratamiento, y tengan personas que, desde una mirada empática, las acompañen.
Moiragui: “Además de la parte médica, lo más importante es la comunicación con los pacientes. A veces, por la poli atención, no tenemos tiempo, y para un paciente no hay nada mejor que otro”.
Gaite: “Hablamos de un tumor en la sangre, una enfermedad maligna. No usamos la palabra cáncer porque cualquiera la toma como algo terminal, que no tiene cura, y hoy los tratamientos cambiaron mucho. Nos encanta lo de “contagiando vida”: no hay que pensarlo desde ese punto de vista, sino que en hematooncología hay muchos tratamientos nuevos”.
Piotrowski: “A veces se piensa que a uno solo le pasa tener leucemia mieloide crónica, tener dudas del futuro, de los tratamientos. Y reunirse con muchas personas que tienen el mismo diagnóstico, recientes y viejos, y darse cuenta que siguen la vida normalmente, se puede vivir cuando se tiene el valor y coraje de asumir la enfermedad, aceptarla, dar un paso y concurrir a una de las reuniones de “Alma” llamadas “Contagiando Vida”. Conocer otras personas con el mismo diagnóstico y aprender de ellas”.
Moiragui: “El mensaje de luz, positivo, es decir que hay muchos tratamientos. Uno se tiene que adaptar a esa medicación de por vida. Ahora hay muchas cosas nuevas y hay que adaptarse a la pastilla, la que llevará a tener muy buenos resultados”.
Gaite: “Lo que pasa es que siempre decimos que, a pesar de que la palabra no guste tanto, para llamar a la conciencia cuando el paciente está bajando los brazos les decimos que recuerden que esta es una enfermedad grave, oncológica, y no hay que dejar de prestarle atención. Se necesita un abordaje interdisciplinario”.