Es fundamental tener en cuenta que el fraude electoral puede variar en su escala y gravedad. Algunos casos pueden ser mínimos y tener un impacto limitado en los resultados, mientras que otros pueden ser más sistemáticos y afectar significativamente la voluntad de los votantes, como es el caso que se consumó en Jujuy.
El fraude como método y como fin
El fraude electoral se refiere a cualquier acción ilegal o manipulación que tenga como objetivo afectar el resultado de una elección. En la Jujuy de Gerardo Morales todas se pusieron en práctica, como el robo de votos, la alteración de los resultados, el acarreo de votantes, entre otras infinitas formas.
Cuando se presentan acusaciones de fraude electoral, es crucial que se realicen investigaciones exhaustivas y se presenten pruebas concretas, en este escrutinio las pruebas fueron presentadas, pero la impavidez de la justicia electoral fue alarmante.
Es responsabilidad de las autoridades electorales garantizar que los procesos electorales sean justos, transparentes y confiables. La participación ciudadana, la supervisión independiente y la rendición de cuentas son elementos clave para mantener la integridad de los procesos electorales.
Cuando la justicia no garantiza el proceso electoral, puede haber consecuencias tremendas para la democracia y la confianza en el sistema político.
Si no se investigan adecuadamente las denuncias de fraude electoral y no se toman medidas legales contra los responsables, se genera impunidad. Esto da lugar a un ambiente en el que los actores políticos se sientan alentados a cometer actos ilegales durante las elecciones, debilitando así la integridad del proceso y la confianza de los ciudadanos en el sistema.
Si hay dudas fundadas sobre la imparcialidad del sistema judicial en relación con el proceso electoral, los resultados son cuestionados y generan descontento en la población. Una de las consecuencias es la polarización, protestas, conflictos, además de una creciente falta de confianza en las instituciones democráticas.
Cuando la justicia no actúa de manera imparcial y no garantiza la integridad del proceso electoral, la confianza de la ciudadanía en el sistema judicial se ve afectada, y tiene repercusiones más amplias, erosionando la confianza en el Estado de derecho y en las instituciones democráticas en general.
Cuando se produce un fraude electoral y un partido gana de manera ilegítima, su legitimidad se ve seriamente comprometida. La legitimidad de un partido político y de sus líderes se basa en la confianza y el respaldo de los ciudadanos, quienes esperan que los representantes elegidos sean elegidos de manera justa y democrática.
En el ámbito de las elecciones, se puede establecer una comparación con los accidentes aéreos, ya que se considera que los momentos clave donde pueden ocurrir situaciones de fraude son al constituirse la mesa electoral y al realizar el cierre de la votación. Leandro Querido, de la ONG Transparencia Electoral, ilustra esta similitud.
Existen diversas prácticas fraudulentas que se pueden destacar:
Clientelismo: El fraude electoral no necesariamente ocurre el día de la elección, sino que gran parte de los "votos fraudulentos" son resultado de prácticas clientelistas previas. La Cámara Nacional Electoral advierte sobre esta problemática.
"Embarazar la urna": Antes de la votación, durante el proceso de armado de las cajas electorales y fuera de la vista de los fiscales, se incluyen sobres con votos en las urnas oficiales, sin cumplir con los procedimientos legales establecidos.
"Voto cadena o calesita": Esta práctica busca controlar que los votantes emitan su sufragio según lo indica el puntero o líder político. Se les entregan sobres con boletas ya firmadas por las autoridades de mesa para que las depositen en las urnas, limitando su libertad de elección.
Robo de boletas: Esta es una de las prácticas más denunciadas. Consiste en el robo o sustracción de boletas de los diferentes partidos políticos. Al reducir la disponibilidad de opciones en el cuarto oscuro, se intenta influir en la decisión de los votantes.
Además, es común que muchos militantes se presenten en las escuelas antes del inicio de la votación y esperen la ausencia de los presidentes de mesa para ocupar esos lugares. De esta manera, obtienen poder y, entre otras cosas, pueden informar sobre los votos emitidos, lo cual puede propiciar situaciones fraudulentas.
Es importante resaltar que estas prácticas fraudulentas perjudican la integridad del proceso electoral, distorsionan la voluntad popular y socavan la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático. Es responsabilidad de las autoridades electorales y la sociedad en su conjunto trabajar en la implementación de medidas de seguridad, transparencia y participación ciudadana para prevenir y detectar el fraude electoral.
Todo éste variado menú estivo presente en Jujuy, a los que indefectiblemente debemos agregarle la invaluable colaboración de Federico Francisco Otaola, conspicuo dirigente radical, casualmente al frente del Tribunal Electoral de la provincia.