- En la época de lluvias comienza la odisea de docentes rurales jujeños que tienen que lidiar con la crecida de ríos y arroyos y los derrumbes en caminos.
- Recientemente, en la localidad de Ocloyas, tuvieron que ocuparse ellos mismos de despejar un camino para llegar a distintos establecimientos educativos.
La época de lluvias en Jujuy es particularmente problemática para residentes de zonas rurales alejadas de San Salvador de Jujuy y para docentes que tienen que cumplir tareas en estos parajes.
Se conoce al peligro al que se exponen educadores y alumnos que, indefectiblemente, tienen que cruzar ríos y arroyos crecidos para llegar a sus lugares de trabajo y estudio.
Y se conoce, también, la geografía jujeña, que se torna peligrosa en la época mencionada anteriormente, algo que se agrava con la inacción del gobierno a través de las distintas direcciones y secretarías encargadas de velar por el buen estado de rutas y caminos.
Lo que sucedió días pasados es evidencia de las denuncias de muchos docentes y residentes: tuvieron que ocuparse ellos mismos de despejar un camino tras un derrumbe para llegar a sus hogares e instituciones educativas donde debían prestar tareas. Todo ocurrió en Ocloyas, un paraje donde este tipo de derrumbes es muy común en verano.