“Estoy con 37.10º de temperatura y me parece inhumano que nos tengan ahí con este frío, y más cuando llueve, no porque seamos docentes. Puede ser personal de servicios generales u otra profesión, no corresponde, es inhumano. Ningún gremio, ni hablar de funcionarios de la política o del Ministerio de Educación, jamás se procuró el bienestar genuino para los docentes. Hacen como que se pelean un poco, nos sobra un poco de sueldo y ya está. Pero este tipo de cosas me parece que no corresponden, ni hablar de cuando uno tiene que ir a veces con niños, con sus hijos, por determinada situación. El niño tiene que estar también ahí a la intemperie y no me parece que ese sea el trato correspondiente para ninguna persona.
No tienen las instalaciones adecuadas para que el docente espere cómodamente. Sin ser médico, todos sabemos que, si se tiene una afección respiratoria, lo primero que uno necesita es reposo. No se puede hacer porque se tiene que ir a justificar el parte médico en el día. Tener que estar en esas condiciones es inhumano.
Es una casona medio vieja; afuera tiene un hall con sillas. Ahora las pusieron, antes no había, y tenés que estar esperando. Un trámite de reconocimiento médico no te tarda menos de una hora u hora y veinte. En la época de frío es tremendo. Los docentes trabajamos con la voz y es muy frecuente. No es que faltamos porque queremos faltar, trabajamos con la voz y son recurrentes las afecciones a la garganta. En reconocimiento debe haber tres médicos.
Hay días y épocas cuando hay más demanda. En esta época estábamos amontonados. Parece que a ningún gremio ni al Ministerio de Educación le importa esta situación. Uno lo toma como un castigo: “¿Vas a faltar? Ahí te vas a quedar”. No es esta gestión, viene de antes. Se podría hacer de otra manera”.