Si la labor docente en condiciones normales ya es admirable, en zonas desfavorables el esfuerzo merece un reconocimiento.
Con nieve y a más de 4.000 metros de altura: así es el trabajo de una docente jujeña
Mariana Guzmán se desempeña como educadora en la Escuela N°211 de la localidad de Olaroz Chico, en Susques. Trabaja en jornada completa y además de enseñar les brinda contención a los niños. Padece las adversidades del tiempo como lluvias, granizo y nevadas con temperaturas bajo cero.
JujuyalMomento conoció el caso de Mariana Guzmán, educadora en la Escuela primaria N°211 “Gendarmería Nacional ” de la localidad de Olaroz Chico (departamento de Susques), en plena Puna de la provincia.
Ella trabaja en jornada completa, es decir de 9:00 a 18:00, en el establecimiento ubicado a 4.165 metros sobre el nivel del mar.
Contó que actualmente reciben a 72 niños en promedio, de los cuales 8 son albergados y quedan a cargo del maestro de turno. Expuso que reciben asistencia alimentaria.
Según relató, junto a ella trabajan otros 11 docentes en la institución que recibió la promesa de un nuevo edificio debido a que el actual tiene aulas pequeñas y cuando llueve o graniza solo poseen ventanas de madera y no pueden contener las bajas temperaturas. Además, no poseen calefacción y se arruinaron las salamandras que tenían.
Su desempeño está condicionado por las adversidades climáticas teniendo en cuenta que incluso en verano, las condiciones son frías: “ el agua se congela, no hay agua caliente para lavarse las manos, los caños se revientan, faltan más sanitarios ”, develó como problemáticas que espera puedan solucionarse en el corto plazo.
“A las 9 entramos con el desayuno y estamos hasta las 12 con las materias pedagógicas, luego se les da el almuerzo a la 1 de la tarde para después seguir con materias especiales y talleres como teatro o pintura hasta las 18”.
“Por ejemplo ahora que llueve, graniza o cae nieve con las temperaturas bajas incluso en enero tuvimos nieve el año pasado. Hay grados que no tienen ventana de vidrio, solo la de madera y eso genera problemas con la temperatura de 20° bajo cero y no tenemos calefacción. También se nos arruinaron las salamandras”.
“Todas las tareas compartidas, el maestro también hace otras actividades además de enseñar. No tenemos secretaria ni una persona que se dedique al comedor, no hay y eso siempre fue así”, relató.