- Se registró una nueva muerte por dengue en la provincia, tratándose de la tercera víctima producto de la enfermedad.
- Rolando Gallardo de 67 años perdió la vida a raíz de una falla multiorgánica producto de dengue hemorrágico, según su acta de defunción.
- La familia criticó la pésima atención que tuvo en el Hospital Zabala.
Otra muerte por dengue hemorrágico en Jujuy: un hombre de 67 años de Perico
En medio de un profundo dolor y sufrimiento, la familia de Rolando Gallardo comentó que su deceso se produjo por una falla multiorgánica a raíz de dengue hemorrágico, según consta en el acta de defunción. Criticaron duramente la atención del Hospital Zabala.
Nuestro medio pudo constatar la primera muerte por dengue en Jujuy, tratándose de un hombre de 72 años oriundo de Libertador Gral. San Martín.
Horas más tarde, lamentablemente se confirmó la segunda: una menor de 15 años de Perico.
Luego de que en el reporte oficial de contagios no se expusiera ningún deceso por la enfermedad, nuestro medio le consultó la respecto al ministro de Salud, Gustavo Bouhid. El titular de la cartera ratificó que la niña falleció por la infección y que “era muy factible” que el otro caso también lo sea.
Ahora se conoció una tercera víctima fatal: se trata de Rolando Gallardo de 67 años, de Perico, quién falleció el día jueves 28 de marzo por una falla multiorgánica a raíz de dengue hemorrágico, según consta en el certificado de defunción.
La familia del señor criticó duramente la atención que recibió del Hospital Zabala de la ciudad tabacalera.
Albano Gallardo, hijo del hombre, relató sobre lo sucedido: “A mi papá le pusieron que era dengue hemorrágico en el hospital y fue una pésima forma de atenderlo en el hospital. Fue doloroso ver a mi viejo sufriendo, que nos den solo un número en el hospital, vi a mi papá que se tiraba en la banca porque le dolía, tuve que mover todo lo posible para que lo atiendan”.
Cuando llegamos iban por el número 30 y a nosotros nos dieron el número 47, viendo en la situación en la que estaban. A un guardia le rogué que lo atiendan e hizo lo posible. Todos me decían que tenía que esperar para que lo atiendan. La gente en la guardia nos tenía pena y nos decían que nos atiendan a nosotros.
En el momento que lo atendieron, dos horas después que llegamos, me hicieron esperar afuera y nos dijeron que ya nos iban a avisar. Mi hermano logró pasar a la habitación y en horas de la tarde le dijeron que lo iban a derivar a San Salvador. Cuando lo trasladaban a la capital, llegó en horas de la noche y mi hermano nos llamó urgente pidiendo que vayamos porque mi papá había tenido un paro.
Cuando estábamos en la ruta yendo a verlo, nos dijeron que busquemos documentos y tuvimos que volver. Era muy querido mi papá, era una buena persona y lo único que se preocupaba era por sus hijos”.