El problema de Argentina, situación que también padece la sociedad en Jujuy, es que estamos en situación de anomia cuyo significado es simple: “fuera de la ley”.
Cuando las reglas no se respetan
Una nación no solo resuelve sus dramas ordenando la macroeconomía. La macro es un ítem muy importante porque es el punto de partida para iniciar el orden o volver a la normalidad.
Asistimos a escenas cotidianas que, a fuerza de repetirse, se terminan naturalizando…
Pasa de todo, desde conductores que transgreden las normas de tránsito, se crispan y se muestran violentos ante cualquier tipo de sanción…pasajeros en Buenos Aires que viajan sin pagar boletos o situaciones en Jujuy en donde, sobre distintas zonas de la vieja terminal, se desarrollan actividades que solo pueden sostenerse con el amparo de alguna autoridad a cambio de algo; siempre con tal de saltearse las normas. En el ámbito de la política hacen lo que quieren con los reglamentos y las normas establecidas hasta incluso comprando voluntades para imponer, no un proyecto para mejorar la vida del vecino, sino para consolidar un negocio que se le ocurrió a cuatro vivos…
En el interior de la provincia los basurales arrojados en cualquier horario y servicios de recolección que pasan de vez en cuando o no pasan nunca.
En otro orden, la aprobación de ordenanzas sin el consenso de una audiencia pública sobre temas cruciales como aumentos de tarifas, sobre cálculos extraños e inentendibles para los usuarios. La lista es larga. Lo que quiero decir es que hay como una adicción colectiva a vivir por encima de la ley.
Se me ocurre pensar que el problema argentino, y en particular Jujuy, los niveles de desarrollo en todos los órdenes desde lo económico hasta lo moral, es porque no se respetan los procesos mediante los cuales las normas, las leyes, cumplen un rol fundamental.
Esto ocurre hace 41 años pero el fenómeno se agrava con la llegada de las políticas populistas al país.
La anomia es la continua transgresión a la ley.
Las leyes son el producto de pactos sociales y morales que han permitido a la humanidad crear redes de convivencia.
Las leyes nos limitan a todos. Es decir, nos limitan para bien de la comunidad.
La anomia se ha convertido en un hábito cultural en donde se termina imponiendo la ley del más fuerte prescindiendo hasta de los jueces y de la propia justicia.
No habrá mejores leyes sino emergen personas con valores morales mejores o superadores de las leyes existentes…
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