En ese contexto, Susana Bejarano responsable del comedor "Nolasco" señaló que no llegan a cubrir con la entrega de viandas de un gran numero de personas: “Se me van sumando las familias, más a fin de mes, después del 20 más o menos toda la familia que tengo inscripta en el comedor asisten, ahora estamos entre 130 o 150 niños, entre ellos también hay adultos mayores que no pueden trabajar, que necesitan su plato de comida”.
A su vez mencionó que al asistir a muchas familias, en varias ocasiones, no dan abasto: “Las ollas que tengo son muy chicas, por favor pido el que pueda colaborarme con un tacho más grande, uno de 100 litros calculo yo, porque es muy perjudicial para nosotros tener que trabajar con el tacho y otras ollitas pequeñas, tenemos que hacer cinco ollas al lado, porque no tengo más tachos, para que pueda abastecer y alcanzar la comida para los niños”.
A fin de mes, aumentan las familias jujeñas que acuden a comedores
La dirigente aseguró que a fin de mes es cuando más recurren al comedor: “Se suman, se siente que a principio de mes pasado el 20 ya no cuentan con lo que es para comer, las boletas son una barbaridad, escucho como las mamis hablan del tema de la luz están pagando hasta $20.000, no se porque es tanto la luz, no alcanza lo que es para comer, todos los días vas al negocio y hoy está a un precio y mañana esta $50 más”.
También remarcó que hay una disminución en cuanto a la cantidad de donaciones: “Se sintió el tema de las donaciones, porque muchas familias que a veces me traían cierta cantidad ahora se lamentan y me traen la mitad o menos y me dicen lo siento, pero es que no me alcanzó voy a comprar y está el doble de lo que yo compraba. Las distancias de las donaciones, antes venían dos o tres veces al mes y ahora es cada dos meses, nosotras con las mamis venimos a veces a recolectar verduras, las mamis se dan el trabajo de ir a la feria y con eso podemos cocinar”.
Que los comedores sigan a tope es reflejo de la crisis económica y social de estos tiempos en los que no se llega a mejorar las condiciones de los sectores populares, y por el contrario, este se encuentran en un profundo desequilibrio.
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Jujuy es la provincia que más depende de los comedores y merenderos comunitarios
ReNaCOM contabiliza 1.734 unidades dependientes de organizaciones de la sociedad civil inscriptas en el padrón nacional, lo que implica el mayor nivel de necesidad alimentaria en base a la cantidad de habitantes.
A raíz de los constantes procesos devaluatorios, la inflación afectando los productos que componen la canasta básica, tal cifra puede verse profundamente agravada, especialmente tras los relevamientos de precios en la segunda quincena de agosto, que avizoran más de 20 puntos de variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el bimestre agosto-septiembre.
En ese sentido, los números de pobreza pueden variar en mayor o menor medida entre provincias, Jujuy por ejemplo supera la media nacional con 41,8% de su población con ingresos económicos insuficientes. Por eso no termina de sorprender la gran dependencia de instituciones no gubernamentales para equilibrar la demanda por alimentos insatisfecha.