El presidente de la Nación, Javier Milei, participó este jueves por la noche de una reunión en la ciudad de Ushuaia con la jefa del Comando Sur, general Laura Richardson, con eje en la presencia de China en el país mediante su base militar en Neuquén y el proyecto de un puerto en Tierra del Fuego.
Desde Ushuaia, Milei pidió "reforzar los lazos de amistad" con EE.UU.
El presidente viajó a Tierra del Fuego para encontrarse con la jefa del Comando Sur, Laura Richardson. Un proyecto chino en la provincia y la base espacial en Neuquén, ejes de una reunión sorpresa.
La idea del mandatario nacional era encontrarse cerca de las 21 con la enviada de Joe Biden, pero terminó arribando a Ushuaia pasadas las 23.30, por demoras en el vuelo.
Durante su discurso, que empezó pasada la medianoche, Milei aseguró: “El mejor recurso para defender nuestra soberanía es reforzar nuestra alianza estratégica con Estados Unidos y con todos los países que abrazan las causas de la libertad".
El discurso fue breve pero conciso. Milei agradeció “el apoyo del Gobierno de Estados Unidos”, y dijo que “los argentinos como pueblo tenemos una afinidad natural con Estados Unidos”, una tradición “que tiene en sus bases la libertad y la defensa de la vida”.
“Tristemente, la Argentina se apartó por mucho tiempo de esas ideas. Hoy las estamos volviendo a abrazar”, remarcó el Presidente, quien señaló que ve “con preocupación”, que occidente “corre peligro” por las ideas populistas y comunistas.
De esta manera, insistió en que “es importante reforzar los lazos de amistad” con Estados Unidos y destacó que “el Centro logístico que se constituirá será el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida”.
Del encuentro en Tierra del Fuego participaron el ministro de Defensa, Luis Petri, y los jefes militares, del Estado Mayor Conjunto, brigadier Xavier Isaac, de la Armada, contralmirante Carlos Allievi, de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Fernando Mengo y del Ejército, general de brigada Carlos Presti.
Es la foto del interés geopolítico compartido entre el Gobierno nacional y Washington por el extremo más austral del país con paso bioceánico y su acceso al continente antártico.
Más claro no se consigue, dirían en la mesa de un bar.
El presidente resolvió el periplo con la rapidez de un pase financiero tan pronto como trascendieron verbalismos críticos del gobernador fueguino Gustavo Melella por la presencia de la general Richardson en visita oficial al Comando del Área Naval Austral.
Todos, y un pasaje de 30 personas que incluyó a la secretaria general Karina Milei, el jefe de gabinete Nicolás Posse y el de Interior Guillermo Francos, abordaron un avión Embraer ERJ-140 de reciente incorporación a la Fuerza Aérea Argentina. El vuelo partió a 17.30 desde la plataforma militar del aeropuerto metropolitano. El arribo se demoró ya que, por cuestiones climáticas, tuvieron que hacer escala en Río Gallegos. Se estima que el regreso sea en horas de la madrugada.
Una vez arribados a Ushuaia se cumplió con el protocolo local y el presidente encabezó una ceremonia castrense sin participación del mandatario fueguino.
El viaje al centro geopolítico de proyección a la Antártida y Atlántico sur con la general Richardson presente, mostró a un Milei imbuido en su rol de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas junto a su staff de altos militares.
Una señal de mando y orientación de hacia dónde mira el Gobierno en la puja global por los recursos naturales en aguas del Atlántico sur y la Antártida.
El escenario del territorio fueguino concentra la atención de los Estados Unidos y de China según se deduce de expresiones cruzadas a propósito de desarrollos de logística portuaria. Construcciones que se piensan para uso dual (civil/militar) cuando se trata de locaciones estratégicas.
Levantó polvareda el proyecto de acuerdo firmado en 2023 motorizado por el gobernador fueguino Gustavo Melella para que la empresa china Shaanxi Chemical Industry Group construya una planta de químicos, una terminal portuaria multipropósito con muelle interno que permita el amarre de buques de 20.000 toneladas y una central eléctrica de 100Mw en la ciudad de Río Grande. Inversión de 1.250 millones de dólares, enorme billetera que obnubiló al fueguino Melella.
Es cierto que la obra generaría fuentes de trabajo estables para una provincia que depende en gran medida del Régimen de Promoción Industrial, ley N°19.640, también lo es que buena parte del arco político nacional recela del proyecto.
El ex ministro de Defensa Julio Martínez (UCR La Rioja) dijo a MDZ: “La construcción de un puerto multipropósito chino en Tierra del Fuego representaría una peligrosa concesión de soberanía”. La decisión de Melella implica otorgar el acceso de China a una posición de relevancia dada la proyección geopolítica hacia la Antártida y pasos bioceánicos, Estrecho de Magallanes y Pasaje del Drake”.
En la disputa de espacios de proyección queda una espina en territorio fueguino, aún está sin resolver el caso de la Estación Terrena en Banda S” (radar satelital), ubicada al norte del municipio de Tolhuin que opera la firma satelital LeoLabs cuestionada por su integración de capitales británicos.
Luego de la intervención de Nación a través del entonces ministro Taiana se dispuso el cierre de la instalación por riesgo a la seguridad nacional por encuadrar en la disputa de Malvinas.
A la fecha, los equipos diseñados para “efectuar un rastreo más eficiente de objetos y supervisar la actividad en la órbita terrestre baja (Low Earth Orbit, LEO) siguen instalados, según el gobierno fueguino no están en operación.
La jefa militar estadounidense esta mañana, junto al comodoro de marina José Martí Garro, comandante del Área Austral, hizo una recorrida por las instalaciones navales en particular. Allí, se informó de las tareas que cumplen los marinos en el control marítimo y la identificación de buques que a diario transitan el paso bioceánico y los que se dirigen a la Antártida.
También quiso conocer avances del proyecto de la Base Naval Integrada de Ushuaia, cuya piedra fundacional puso Taiana en 2022 y permanece en letargo, desarrollo que compite con la iniciativa de inversión china acordada con Melella.
Después del mediodía, Richardson tenía previsto una navegación por el canal Beagle en la lancha rápida ARA Indómita que se canceló por meteorología adversa, a raíz de vientos de más de 30 nudos (unos 60 kilómetros por hora).
La actividad se cambió por una visita al Batallón de infantería de Marina N°4, donde tomó contacto con el adiestramiento en destrezas individuales y de grupo de los infantes de marina para desempeñarse en zonas de terreno montañoso, adaptarse a un ambiente operacional de baja montaña y monte austral y de capacitación en andinismo y supervivencia.
El tironeo con China continuó a través de un reportaje que dio el embajador Wang Wei a la revista Dangdai. El diplomático chino habló sobre la supuesta intención del gobierno argentino de hacer una “inspección técnica” (a la estación satelital ubicada en Neuquén), y que eso lo gestiona la propia Argentina ya que “controla cada rincón” a través de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el gobierno provincial.
Wang criticó las “mentiras” y “especulaciones” en torno a la estación de exploración espacial en Neuquén, una “instancia de cooperación entre ambos países” que “ni tiene personal militar alguno ni está vedado a todo aquel que quiera visitarla, con permiso no de China, sino de la CONAE o del gobierno de Neuquén”.
Wang aseguró en la entrevista: “No hay militares allí, es solo una estación científica, las tierras son 100% argentinas y los guardias son argentinos también”. Según el diplomático chino, “han visitado la estación funcionarios argentinos, también estadounidenses, estudiantes, científicos y público en general, pidiendo autorización a CONAE o al gobierno neuquino. Obviamente hay estrictas normas de seguridad y cuidado como en todo lugar de ciencias, pero en absoluto hay impedimento”.