Lo que sucede en Bajo La Viña es similar: los residentes no pueden circular por calles en mal estado o viven temerosos de merodeadores por falta de protección policial; es decir, hay carencias por inacción de distintas autoridades.
Andrea Centella, presidente del Centro Vecinal de esa zona de San Salvador, comentó que “como en todos los barrios, la inseguridad está latente, más por la situación económica. Tenemos un centro de gestión que distribuye a los agentes que recorren la zona. Al centro de gestión o comisarías les falta personal, móviles para recorridos. Hay zonas internas en el bario que limitan con el río o el cerro que están desprotegidas, y la gente lo sufre porque cuando salen a trabajar hay merodeadores”.
“Mandaron personal para recorrer pero no es suficiente”, agregó; “se hicieron denuncias por distintos hechos, acudieron. El encargado del centro de gestión manda patrulleros o personal para actuar, pero siempre se trabaja sobre lo sucedido y se tiene que prevenir, con más recorridos, personal y patrulleros”.
Calles
Por otro lado se refirió al estado de avenidas y calles en la zona, indicando que sufren las tormentas “quienes utilizan la avenida y vienen desde San Pedrito saben que se corta en época de lluvia. Lo peor que tenemos es el cerro; por las calles contra la ladera baja agua con sedimentos, piedras y tierra. Calles Antonio Paleari y Palma Carrillo quedan intransitables porque no están asfaltadas”.
“Hay otras calles como El Zaino que deben ser emparejadas; faltan máquinas, las pedimos y esperamos que lleguen”.
También dijo que necesitan controlar la velocidad a la que circulan los automovilistas por el barrio: “sobre todo porque en la zona hay varios colegios primarios y secundarios e instituciones de rehabilitación. Una de las calles donde más se necesita respetar las velocidades es Antonio Paleari; no está asfaltada, necesita cloacas. Los autos pasan a gran velocidad, hacen saltar piedras a las casas y los vecinos tienen que encerrarse. Tampoco hay veredas”.
Bajo La Viña, hoy