Luego de una campaña signada por la confrontación entre el presidente Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri, que se disparó con la caída de la ley de ficha limpia y se extendió hasta este domingo por un video falso promovido por cuentas libertarias, los porteños acudieron a las urnas para elegir a través del voto electrónico a 30 diputados de la Ciudad entre 17 frentes electorales. El tono virulento de la compulsa no atrajo a los votantes: a las 17 horas había participado el 50% del padrón de más de 2,5 millones de electores habilitados, según informó el Instituto de Gestión Electoral, con lo que podría darse la asistencia más baja en una elección legislativa porteña. El peor registro anterior se había dado en 2021: 62,7% en las PASO y 65,5% en las generales.
Con baja participación, se define el desafío de Milei a Macri en su bastión y el peronismo persigue una victoria histórica
A las 18 cerraron los comicios porteños, que transcurrieron sin mayores inconvenientes técnicos pero atravesados por las acusaciones entre el Presidente y el líder de Pro por la difusión libertaria de videos falsos; Adorni, Santoro y Lospennato esperan los resultados en sus búnkeres.
Pese al marcado ausentismo, lo que está en juego hoy es mucho más que la renovación de la mitad de la Legislatura local y el margen de maniobra que tendrá en los próximos dos años el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri: La Libertad Avanza busca derrotar en su bastión a Pro, para doblegarlo también en el escenario bonaerense y nacional, con vistas a las elecciones de octubre. El kirchnerismo, por su parte, intenta aprovechar esa división del voto del centro a la derecha para obtener una victoria que no consigue en suelo porteño desde hace 32 años, y que podría alcanzar con solo retener su piso histórico de votantes.
Luego de que Jorge Macri impulsara el desdoblamiento de las elecciones locales, con el objetivo de evitar el arrastre de la ola violeta, la Casa Rosada utilizó todos los recursos a su alcance para nacionalizar los comicios: postuló a una de sus figuras más conocidas, el vocero presidencial Manuel Adorni, y lo presentó ante los porteños como un sinónimo de Milei y de la “motosierra” nacional.
Una vez cerrados los comicios, en el bunker de campaña de LLA comenzaron a llegar los primeros informes de sus fiscales electorales y, con ellos, el optimismo ante la posibilidad de un resultado mejor al esperado.
En el tramo final de la campaña, el Gobierno pobló la semana de anuncios –que no se concretaron en el Boletín Oficial- para darle protagonismo a Adorni y el Presidente se involucró de lleno en la compulsa: si en un principio había circunscripto sus críticas al jefe de gobierno porteño y los “negocios” de Pro en la ciudad, hacia el final embistió directamente sobre el expresidente, su principal aliado desde el 10 de diciembre de 2023.
En espejo, Mauricio Macri hizo suya la campaña porteña para darle visibilidad a su candidata, Silvia Lospennato, y sostener en pie a Pro, que sufre el asedio de los libertarios por vía doble: buscan quedarse con su electorado y sus referentes bonaerenses. Lospennato logró protagonismo a partir de la caída de la ley de ficha limpia en el Senado y se montó sobre la sospecha de un acuerdo entre la Casa Rosada y el kirchnerismo para que Cristina Kirchner pueda ser candidata este año. Con cada avance del escrutinio, Pro sabrá si sus votantes ponderan los valores institucionales por sobre la estabilidad macro que les ofrece Milei.
La batalla entre Milei y Macri se extendió hasta este domingo, cuando el expresidente acusó al gobierno nacional de “fraude” por un video falso difundido anoche por cuentas libertarias, que lo mostraba respaldando a Adorni y anunciando que Lospennato se bajaba de la contienda. “Para sacar adelante al Gobierno no necesitamos un grupo de loquitos; necesitamos gente equilibrada, que use el esfuerzo de los argentinos para generar responsabilidad y confianza”, asestó Macri.
“Está hecho un llorón”, le respondió Milei, para afirmar luego que los macristas “son de cristal”. La ministra Patricia Bullrich respaldó a su jefe, atribuyéndole “poco carácter” a Macri. Como es habitual, quien tomó distancia fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Me parece que está mal que alguien haya utilizado, aparentemente, inteligencia artificial para hacer eso. Me parece que es algo que no corresponde”, dijo, aunque deslizó: “No lo hicieron cuentas oficiales”.
Todos los candidatos terminaron opinando hoy sobre la polémica. El propio Adorni buscó encapsular el episodio como parte de las “pavadas” de la campaña. “Es gente en las redes que hace de todo, no hay que hacer tanto escándalo“, dijo hoy, luego de votar. En el extremo opuesto, Leandro Santoro afirmó: “Lo que pasó anoche no tiene antecedentes en la democracia. Me refiero a las fake news, me refiero a la trampa. Quiero expresar mi más enérgica condena. Se han vulnerado principios elementales de la democracia".