- AMIA: ordenan nuevas capturas para cuatro libaneses del Hezbollah por el atentado a la mutual judía.
- La detención fue solicitada por la UFI AMIA y firmada por el juez Rafecas.
- Las fuerzas de seguridad y Migraciones ya fueron notificadas.
Piden la captura de cuatro libaneses acusados de vínculos con el atentado a la AMIA
El juez Daniel Rafecas también pidió que sea detenido Samuel Salman El Reda, un hombre presuntamente vinculado con el ataque contra la Embajada de Israel en la Argentina en 1992.
A casi 29 años de la voladura de la mutual judía AMIA que mató a 85 personas, el juez federal Daniel Rafecas ordenó la captura nacional e internacional de cuatro sospechosos de haber participado en el atentado. Según revelaron a Infobae fuentes del caso, los buscados son miembros del Hezbollah: Hussein Mounir Mouzannar, Alí Hussein Abdallah, Farouk Abdul Hay Omairi y a Abdallah Salman (alias) José El Reda. Los tres primeros residirían en las zonas de la Triple Frontera, entre las ciudades de Foz de Iguazú y Ciudad del Este. El Reda, que ya está declarado prófugo de la Argentina por la voladura de la Embajada de Israel en 1992, se encontraría en El Líbano.
Según se pudo saber el fiscal de la UFI AMIA Sebastián Basso reclamó las detenciones para poder tomarles declaración indagatoria como sospechosos del ataque. A su criterio, está “suficientemente acreditada su pertenencia y/o cooperación con la banda criminal que denominaré brazo armado del ‘Hezbollah’”.
“He de hacer lugar y autorizar la medida cautelar solicitada a los fines del cumplimiento de las indagatorias dispuestas. Ante ello, dispónese la captura nacional e internacional de Hussein Mounir Mouzannar, Alí Hussein Abdallah, Abdallah Salman y Farouk Abdul Hay, consecuentemente, líbrense las correspondientes órdenes”, dispuso la resolución firmada en las últimas horas por el juez Rafecas.
Su notificación ya fue girada a la Dirección de Migraciones y las fuerzas de seguridad. En la misma resolución, el juez no hizo lugar al pedido fiscal para ordenar el congelamiento de bienes y la inclusión de sus nombres en el Registro Público de Personas y Entidades Vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET).
El próximo 18 de julio se cumplirán 29 años de que una bomba estalló en la sede de Pasteur 633, en el barrio de Once, y terminó con 85 vidas. No hay ningún detenido por esa masacre.
La causa sostiene que la explosión fue ideada y preparada por quienes por entonces ejercían el poder en la República Islámica de Irán, y que fue ejecutada por la organización terrorista libanesa Hezbollah. Hay ocho pedidos de captura sobre los sospechosos que se resisten a ser indagados por los tribunales argentinos. Algunos de esos imputados, sobre los que pesan cinco alertas rojas de Interpol renovadas hasta 2027, circulan por el mundo sin ser atrapados gracias a pasaportes diplomáticos.
La Justicia argentina sostiene que los funcionarios iraníes considerados responsables de decidir, planificar y ejecutar el ataque fueron: Alí Akbar Hashemi Bahramaie Rafsanjani (a la época de los hechos presidente de la República Islámica de Irán), Alí Fallahijan (por entonces Ministro de Información iraní), Alí Akbar Velayati (en aquel tiempo Ministro de Relaciones Exteriores de la nación persa), Mohsen Rezai (por entonces a cargo del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria “Pasdaran”), Ahmad Vahidi (en aquella época a cargo de la fuerza de elite “Al Quds” perteneciente a la Guardia Revolucionaria), Mohsen Rabbani (al tiempo de los hechos Consejero Cultural de la Embajada iraní en nuestro país), Ahmad Reza Asghari o Mohsen Randjbaran (en aquel entonces Tercer Secretario de la representación diplomática iraní en Argentina), y Hadi Soleimanpour (en aquella época Embajador de la República Islámica de Irán en Buenos Aires).
A esa lista se sumó Imad Fayez Moughnieh, por entonces a cargo del Servicio Exterior de la agrupación terrorista libanesa y acusado de dirigir el grupo que atacó la sede de la mutual judía en Buenos Aires. Según se pudo establecer, ya falleció al igual que el ex presidente Rafsanjani y por lo tanto se ordenó sus respectivos sobreseimientos.
Hay un último sospechoso sobre el que la Justicia argentina ha puesto todas las miradas: Samuel Salman El Reda o Salman Raouf Salman, un miembro activo del Hezbollah que vivía en la Triple Frontera y estuvo en Buenos Aires en julio de 1994 cuando ocurrió el atentado. A él se le adjudica haber transmitido información indispensable para la concreción del ataque. Se cree que fue un nexo de los agentes internacionales que actuaron en territorio argentino.
Los buscados ya estaban en la mira del fiscal Alberto Nisman, quien apareció muerto en el baño de su departamento con un tiro en la cabeza en enero del 2015. Los primeros informes de la inteligencia, luego del atentado contra la AMIA, aseguraron que los “principales activistas” sospechados de ser miembros de una organización terrorista islámica incluían a esto cuatro libaneses, entre otros. Se los sindicó como agentes activos del Hezbollah en la zona de la Triple Frontera.