Desde el Centro Vecinal afirman que la tranquilidad de la zona se ve perturbada por los asaltos que sufren de parte de delincuentes que ni siquiera serían argentinos. El consumo problemático de sustancias también afecta la convivencia.
La frase “violencia y drogas azotan barrio Malvinas” podría aplicarse a cualquier zona de San Salvador de Jujuy.
Lamentablemente para sus residentes, el barrio 9 de Julio podría incluirse en la lista de zonas convulsionadas por estos flagelos.
De acuerdo a la presidente del Centro Vecinal, Carmen Martínez, “hay muchas personas con adicciones. Es una comunidad tranquila, no hay puertas ni ventanas con rejas. Vivíamos tranquilamente, pero empezaron a entrar motochorros, que vienen con pistolas, cuchillos, no son del barrio, ni argentinos, son extranjeros. Los vecinos hacen denuncias pero no pasa nada. Impulsamos una reunión con el director de Relaciones con la Comunidad para saber qué pueden hacer (al respecto)".
“Otro problema del barrio son los chicos con adicciones. Lamentablemente, no enfrentan consecuencias cuando cometen un delito. Son arrestados in fraganti pero a las horas son liberados”.
En 9 de julio dependen de la comisaria de Campo Verde, y Carmen dijo que estas instituciones “pasaron a ser sedes administrativas. Solo reciben denuncias, pueden gestionar algunas cosas, pero los llamados tienen que realizarse al 911. Los denominan “pedidos de ayuda”. Están como probando cosas. Cuando los llamamos, vinieron, pero llegan 15 minutos después, cuando el delincuente no está. Pedimos personal de Caballería, por nota, a la central, porque los delincuentes suelen escapar por el río, y las patrullas no pueden entrar al río. También pedimos que hagan recorridos porque los chicos con adicciones aprovechan la costanera para consumir”.
Carmen dijo que también pidieron, verbalmente, “crear algo para los chicos con adicciones, un hospital, una casa de atención, tienen que hacer algo. Estos chicos no pueden estar así: no sufren consecuencias, no tienen responsabilidades, y viven haciendo daño. Los chicos no tienen el acompañamiento de las familias, que se cansan y los dejan en la calle, sin permitirles ingresar”.
“También estanos gestionando la regularización de terrenos (en toda la margen de Río Chijra); somos miles de familias que no tenemos planos aprobados por la falta de voluntad de funcionarios, directivos, de empleados de Inmuebles y otras instituciones. Me peleé con varios funcionarios de distintas dependencias y estamos casi en las últimas instancias. Les dije a los funcionarios que eran culpables de que haya personas que tienen terrenos y viven allí pero no saben de pagar impuestos porque no tienen la voluntad de regularizar”.
“Hay un sector que tiene todos los servicios, gas cloaca, electricidad, cloaca, y hay otro, que no tiene planos, ni tampoco tiene cordón cuneta ni servicios. Y en el asentamiento no hay ni siquiera agua. Estamos gestionando eso para todos los sectores. El Estado no vino nunca a anunciar obras”.
