Tras una visita su local, Cesar contó que a medida que se reduce el poder adquisitivo de las familias y la crisis golpea fuertemente a muchos sectores de la producción, el del zapatero no se ve muy afectado, sino que todo lo contrario ya que en su caso empezó a notar que aumentó la demanda de sus trabajos. Y es que según explicó, ahora a muchos clientes les cuesta adquirir zapatos, zapatillas, sandalias o botas nuevas, por lo que deciden hacerlas arreglar y ponerlas "como nuevas" en su local.
Sin embargo este trabajador no se ve exento de afrontar las remarcaciones que sufren los insumos que requiere para trabajar.
"El cliente decide que les arregle sus calzados porque no les alcanza para comprar nuevos, eso a mí me ayuda". "El cliente decide que les arregle sus calzados porque no les alcanza para comprar nuevos, eso a mí me ayuda".
"Donde hay crisis, hay oportunidad", el relato de un zapatero jujeño
Si bien contó que atravesó situaciones complicadas como favorables, este oficio lo viene ayudando a sostener a su familia.
Desde que tengo 18 años trabajo como zapatero. Vengo a mi local todos los días y trato de ser constante para atender a los clientes. Desde que tengo 18 años trabajo como zapatero. Vengo a mi local todos los días y trato de ser constante para atender a los clientes.
Sobre sus inicios en este oficio contó que cuando estudiaba en Buenos Aires, en sus tiempos libres aprendió a convertir los zapatos "viejos" en como "nuevos". Cuando regresó a la provincia empezó a hacer arreglos en diferentes partes hasta que actualmente se apostó en barrio Mariano Moreno.
Lo cierto es que para César León ante un escenario de incertidumbre económica que se viene registrando, el observa y entiende que, "donde hay crisis, hay oportunidad".
Valoro mucho mi trabajo. Valoro mucho mi trabajo.