Matías, propietario de un hostel en el barrio mencionado, recordó que dependen del turismo, y por los inconvenientes que les genera la situación, no pueden continuar con sus tareas diarias.
Asegura que hay vecinos que tuvieron problemas con el servicio de agua potable ya que los obreros, al colocar elementos y materiales, rompieron caños. En su caso, hay un cerco que le impide entrar el salir en automóvil, y protestas porque “no podrán entrar ambulancias, bomberos ni recolección de residuos”.
Se reunieron con algunos concejales y con la intendente de la ciudad, que mediaría para encontrar soluciones, pero no esperan que lleguen ya que la funcionaria es oficialista; “dentro del predio quedará nuestro caño troncal de agua y el que va a Maimará. El caño troncal de gas pasa a unos metros del ferrocarril y lo siguen haciendo. Están tomando posesión de tierras nacionales sin ningún tipo de consenso ni urbanismo. Jamás hicieron reuniones ni buscaron el consenso de nadie”, acusó.
“Hablan de servidumbre de paso pero no dejan espacio para que pase un automóvil. En algún momento cerrarán el acceso al barrio desde la ruta y quedaremos totalmente aislados. Queremos que nos cedan cinco metros para hacer una calle”.