“Empate técnico con sabor a derrota”, Marcelo Elías calificó de esa manera el resultado del juicio donde intervinieron los integrantes del Tribunal en lo Criminal Nº 1 contra su cliente, el juez de Control Jorge Zurueta. Porque si bien fue absuelto del cargo por encubrimiento personal, no pudieron evitar la condena por encubrimiento real agravado por la calidad de funcionario público.
Caso Zurueta: para el abogado defensor "el Tribunal condenó sin tener certeza del delito"
Una vez conocido el fallo contra su cliente, Marcelo Elías visitó Sobremesa para exponer públicamente su desacuerdo, anticipando que una vez conocidos los fundamentos recurrirán la decisión entendiendo que ha sido dañada “la ética, moral y vida personal de un funcionario judicial intachable”.
Los 15 meses de prisión condicional y los 3 años de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos, ya tienen a maltraer al magistrado, quien se había plantado de cara al poder político-judicial que ejerce el fiscal general, Sergio Lello Sánchez, a quien responsabilizaba por el armado de una operación en su contra. Para tratar de proteger mediáticamente a su defendido, el abogado Marcelo Elías visitó Sobremesa (Canal 2) dejando en claro que la causa relacionada a un accidente vial de 2015 jamás debería haber llegado a esta situación, toda vez que su cliente no tuvo injerencia alguna en el desempeño policial.
Nace en el año 2015 a raíz de un accidente de tránsito ocurrido el 17/07, por ese hecho en el que interviene el Dr. Zurueta como secretario de Seguridad, con quien se comunicaron al teléfono oficial… En aquella época no había Ministerio de Seguridad, era la máxima autoridad
El concurre a ese accidente porque había un alboroto entre las personas involucradas, lo convocan para cumplir esta función pública, porque ya desde sus tiempos de fiscal, decidía no quedarse en el escritorio… Iba en persona, un virtud que tenía como fiscal cada vez que correspondía su competencia.
El Tribunal decidió que no obstaculizó, pero como supuestamente no permitió que se aplique el test de alcoholemia en el conductor del otro rodado, el Tribunal considera que se alteró una prueba que era de vital importancia.
Elías asegura que no existió la orden de desafectar al presunto “amigo”, del control de rigor, habría llegado de manera posterior, cuando ya había agentes policiales y personal del SAME en la zona trabajando. Las únicas instrucciones que reconoce estuvieron signadas a la continuidad de las tareas criminalísticas y diligencias preventivas.
Un dato clave para el abogado, reside en la pericia mecánica del accidente donde se deja en claro que el siniestro fue provocado por “el conductor del rodado que no era a quien supuestamente pretendía encubrir” y las declaraciones de una denunciante durante la última etapa de audiencias reforzarían esta interpretación.
A su criterio la sentencia es “injusta y peca de arbitrariedad”, por lo que anticipó ni bien cuenten con los fundamentos del fallo, lo recurrirán con la esperanza que en la Cámara de Casación los acontecimientos sean reinterpretados.
Ofreciendo una explicación más técnica, el letrado afirmó que “la doctrina nos enseña que el Tribunal que juzga el encubrimiento tiene que tener certeza del delito preexistente. Acá no había certeza”, refiriendo que a su llegada al lugar del accidente, Zurueta no tenía conocimiento de un delito que motivara su intervención.