Vuelve el espectáculo de fuego, gases, color y calor al Etna, con la reanudación de la actividad estromboliana, primero, y con coladas de lava y emisión de cenizas, después. La actividad se registra en el 'Cráter sudeste', del que emerge una columna eruptiva de unos 4 500 metros de altura que provoca la caída de cenizas de lava sobre varias localidades cercanas al volcán, como son Milo y Zafferana Etnea, entre otras.
El Etna vuelve a 'rugir' y llenar de cenizas volcánicas el cielo siciliano
El modelo predictivo de dispersión de cenizas indica una dirección este-sudeste, de la columna volcánica. Ante la actividad registrada en las últimas horas, las autoridades han elevado el nivel de alerta de naranja a rojo.
La evolución de las erupciones es vigilada por expertos del Observatorio Etneo del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, en Catania. Los especialistas también vigilan el volcán activo más alto de Europa, a través del análisis de imágenes de la red de cámaras de vigilancia. El modelo predictivo de dispersión de cenizas indica una dirección este-sudeste, de la columna volcánica. Ante la actividad registrada en las últimas horas, las autoridades han elevado el nivel de alerta de naranja a rojo. De momento, la actual fase eruptiva del Etna, actualmente localizada en la zona de la cumbre del volcán, no afecta a las operaciones del aeropuerto internacional Vincenzo Bellini de Catania.
Durante la tarde del domingo, la actividad se intensificó y paso de identificarse como estromboliana a paroxística, con espectaculares coladas de lava. Los fenómenos eruptivos estuvieron acompañados de un aumento constante de los denominados 'temblores' del Etna, que señalan el ascenso del magma incandescente en los conductos internos del edificio volcánico y que anuncian, en ocasiones, la llegada de lava acompañada de estruendos causados por la violenta emisión de gases.