Lo contó Julio, residente de la zona, quien sostuvo que son víctimas constantes de robo de teléfonos celulares y entraderas. No hay paradas de colectivo en las cercanías, por lo que los usuarios tienen que atravesar el barrio, exponiéndose ante los delincuentes, sobre todo por la noche.
“A una vecina intentaron robarle las rejas de su casa; hay falta de luz, malezas crecidas, descampados, no podemos transitar tranquilamente por el barrio, especialmente los fines de semana, que se volvió zona roja. Hay más de 14 boliches, transitan constantemente personas y patotas, y no podemos salir de nuestras casas”, dijo Julio.
Exigió que las autoridades de gobierno y seguridad se presenten en el barrio para interiorizarse de las problemáticas de los vecinos, indicando que, cuando hacen presentaciones al respecto, “vienen policías y algunos funcionarios, pero pasan algunas semanas y todo vuelve a sr igual”.
Asimismo, denunció que “la policía dice que, por las estadísticas, no tenemos muchos robos y por eso no actúan como deberían”.