Para el licenciado en psicología Néstor Martiarena, este escenario de crisis guarda similitudes con el año 2001, si bien augura una mejora teniendo en cuenta la histórica capacidad de resiliencia del argentino promedio.
“Estamos en una situación donde la formación que asume la sociedad tiene que ver con hacerse cargo, esta es una crisis participativa, el síntoma es la pobreza, el hambre, el deterioro de la educación, pero la causa está relacionada a una democracia que cada vez retrocede más con una participación ciudadana cada vez menor”, describió Martiarena.
Durante su charla en Sobremesa (Canal 2) analizó las flaquezas de los dirigentes, con una fuerte crítica por su falta de claridad ante los desbarajustes geopolíticos y del mercado. Como las actitudes demagógicas, bajo un falso manto democrático han mellado el compromiso ciudadano al punto tal de caer en la resignación.
“A que niveles de pobreza nos han llevado, no solo es el hambre del estómago, también en las mentes que aceptan en lo psicológico y psicosocial callados la boca estos modos de sometimiento coloniales. En las elecciones se los vio tirar un bolsón para que voten, nos acerca a la situación de pobreza de Somalía. Empeñan su futuro por cuatro años”.
En cuanto a hechos electorales recientes, específicamente en Jujuy, el constante deterioro de las instituciones ha generado un costumbrismo tal, que independientemente de algunas denuncias ante el Tribunal Electoral, favoreció sinfín de irregularidades en la etapa de escrutinio. Una característica que Martiarena entiende se ha extendido a lo largo de los años de gestión política de Morales.
La pobreza inicia en un Estado que no garantiza la seguridad jurídica, cánones de justicia que permiten los negocios de los empresarios sin contemplar los derechos de los ciudadanos, va derecho a una sociedad absolutamente empobrecida La pobreza inicia en un Estado que no garantiza la seguridad jurídica, cánones de justicia que permiten los negocios de los empresarios sin contemplar los derechos de los ciudadanos, va derecho a una sociedad absolutamente empobrecida