Camilo se crucificó simbólicamente y pasó de actuar como el enérgico bailarín que todos conocemos a posar como una estatua. Todo porque mediante dos contravenciones le impidieron seguir con su pasión y su forma de ganarse la vida.
Camilo de festejo: "Voy a seguir bailando en la peatonal Belgrano"
Tras dos contravenciones y supuestas presiones para que no continúe trabajando en esa zona del centro, el artista callejero logró su cometido. El apoyo de la gente lo impulsó a seguir peleándola por él y por su hijo.
Siempre instalado en la misma zona, esa donde las manifestaciones de cariño hacia él se volvieron habituales y donde muchos jujeños y visitantes de otras partes pudieron conocer su historia.
Hoy Camilo está de festejo, le ganó la pulseada al municipio.
Tras una breve audiencia con autoridades locales y tras cumplir con el trámite de inscripción en la Dirección de Cultura consiguió el permiso correspondiente.
“Me prometieron que podía bailar todos los días, excepto uno, si me inscribía”, contó emocionado.
“Voy a seguir en la peatonal Belgrano, estoy alegre”.