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Casabindo quiere resistir la mercantilización del patrimonio cultural

El patrimonio cultural o histórico como esos bienes materiales e inmateriales, en los que la población se reconoce y busca una explicación del porqué de sus raíces.

El patrimonio cultural se puede traducir como la herencia de piezas, y expresiones tales como tradiciones orales, rituales, actos festivos, etc.; y a su vez como una transmisión de creencias, costumbres, valores, principios, saberes y hábitos.

Y es aquí donde nos podemos dar cuenta que tan importante es el patrimonio cultural y por qué es necesario conservarlo. No existe otra oportunidad para mantener viva la diversidad cultural que la actual.

El patrimonio no es algo estático, inamovible en el tiempo. Mejor dicho, el concepto de patrimonio varía en el tiempo y se debe revisar continuamente pues debe evolucionar con la sociedad que lo disfruta.

Lo que se entendía por patrimonio en el siglo XVII no tiene nada que ver con lo que entendemos hoy en día.

Existen medidas de “conservación preventiva” consistentes en salvaguardar el medio y el contexto natural del bien para evitar futuros daños, y así la intervención directa sobre el bien.

¿Por qué hay que cuidar y preservar el Patrimonio Cultural, el intangible? hay varias razones, pero podemos destacar que que es un legado de nuestros antepasados.

Es el fruto de nuestra historia, nuestras creencias, nuestras vivencias y nos enseña lo que fuimos, nos otorga identidad. Nos enseña de dónde venimos y permite conocernos mejor como sociedad e individuos y, por tanto, nos ayuda a entender los problemas del presente.

Pero claro, conservarlo no tendría sentido sin darlo a conocer. Sin poder disfrutarlo. Sin poder conocerlo.

Por tanto, conservar el pasado conlleva intrínsecamente su propio uso; ya sea este la simple observación, o su visita o estudio. Ante esta tesitura – conservación y uso- nos enfrentamos a muchos retos con el Patrimonio que empiezan por la toma de conciencia.

Para que la conservación y el uso puedan ser posibles debemos tratar de educar a la sociedad en Patrimonio. Enseñar a las personas que amen su pasado.

A diferencia del coleccionista, el Patrimonio cultural no pretende surtirse u ostentar objetos del pasado de forma individual.

Desde la gestión del Patrimonio lo que se pretende con la conservación es su difusión y disfrute. Nada de ostentar de forma irracional. La conservación del Patrimonio conlleva su enseñanza y aprendizaje del pasado.

Un museo no es un “almacén de objetos antiguos” sino un centro donde conocer y aprender.

Desde el pasado siglo, las sociedades modernas se han preocupado de uno u otro modo, por conservar su legado. De ahí que hayan surgido instituciones internacionales que se ocupan del Patrimonio Cultural como leyes nacionales para proteger ese pasado.

Pero el hecho de que podamos usar nuestro Patrimonio y disfrutar de ello no quiere decir que podamos hacer un mal uso de ello. El principal objetivo es conservarlo, que perdure. Y si para eso tenemos que limitar ciertos usos, lo haremos.

Tal es el caso de muchos yacimientos musealizados o rutas culturales que sirve de reclamo turístico y que atrae a miles de turistas. No podemos generar un turismo de masas pues ello no es sostenible y conlleva irremisiblemente a destruir los recursos culturales y, por ende, la destrucción de los bienes.

Consiste en encontrar el equilibrio entre Conservación y uso del Patrimonio Cultural. Porque la conservación del Patrimonio Cultural conlleva su uso.

En esta oportunidad el dislate del gobierno estivo en Casabindo, donde una vez más absolutamente equivocados, pretendieron presentar un espectáculo, reducir semejante expresión de fe tan solo en el Toreo de la Vincha.

El primer cortocircuito se dio en la conferencia de prensa de presentación de la festividad religiosa, Posadas, absolutamente extraviado, comenzó hablando de capacidad hotelera y de la llegada de turistas, y fueron los mismo miembros de la comunidad de Casabindo los que lo regresaron a la tierra y con firmeza le explicaron que primero había que enfocarse en la advocación de la Virgen de la Asunción.

Pero los disparates del Ministerio de Turismo se dan sin solución de continuidad, y en el propio Casabindo se lo hicieron saber.

La voz de cura Zerpa Vidal, el párroco de la zona, quien en el momento de la homilía fustigó con dureza el camino de la mercantilización de la cultura que encaró el gobierno de Morales.

El párroco durante su homilía le recordó al gobierno el estado de abandono de algunas comunidades originarias, como así también recordarle que el toreo de la vincha no es un fin en sí mismo, como tampoco es un espectáculo, sino que representa un momento muy doloroso para la zona, y una magnifica expresión de fe y devoción a la Virgen de la Asunción.

Le marcaron la cancha al Gobierno en Casabindo, aunque las expectativas de que algo vaya a mejorar son nulas, el mercantilismo y el negocio de unos pocos para este gobierno puede más.

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