Finalizada la mayor parte de la huelga nacional, el balance del sector empresario no podría ser más negativo. En una economía doméstica casi de subsistencia ante los niveles recesivos, el paro fue visto con malos ojos por la CAME y sus subsidiarias provinciales, aún reconociendo la necesidad de “apuntalar la actividad la producción y las ventas de todas las pymes”, pero sin el agravante del disenso proyectado sobre las calles.
Empresario jujeño rechazó el paro: "Solo perjudicó a las PyMES"
La medida de fuerza impulsada por la CGT tuvo réplicas en todo el país, aunque para la Unión de Empresarios jujeña fue inoportuna y perjudicial para la actividad económica, plegándose al comunicado que difundió la Cámara Argentina de la Mediana Empresa.
“El impacto es netamente negativo, no adherimos al paro, si bien somos conscientes de la problemática que tenemos y reconocemos el derecho a huelga, en un contexto difícil, con una recesión alta e inflación, me parece que no son los mecanismos para generar alternativas que mejoren la situación”, analizó en Sobremesa (Canal 2) el presidente de la Unión de Empresarios Jujuy, Luis Alonso.
Augurando por una mesa de diálogo donde sectores obreros, empresariales y gobierno puedan participar, Alonso dejó en claro que la vía más adecuada para solucionar el déficit de bolsillo no debería implicar cerrar escuelas por falta de transporte o suspender la actividad bancaria. Al finalizar el mes, donde ya hubo un feriado nacional entre semana, la recaudación del pequeño y mediano empresario se verá innegablemente resentida.
Desde su perspectiva, la única forma de impulsar el consumo y darle ánimos al circuito económico minorista es completamente opuesto a la medida de fuerza: “para generar riqueza y bajar la pobreza es necesario impulsar al sector PyME que da más del 70% de empleo en nuestro país”.
Como política adicional, Alonso a sabiendas de los recortes que sufrieron provincias y municipios en conceptos de coparticipación o transferencias no automáticas, brega por un esfuerzo para bajar las cargas impositivas que gravan onerosamente la incorporación de nuevos trabajadores formales, a los fines de dinamizar la circulación de dinero incorporando nuevos trabajadores al sector activo.
“Contratar un empleado es casi imposible, por estas situaciones de protesta que desmotivan al empresario pero también los costos laborales, el solo hecho de abrir un negocio es una locura, si vos necesitas que crezca la masa salarial, tenés que generar condiciones para facilitar el desarrollo emprendedor”, concluyó el referente de la entidad gremial empresaria.