Carlos Sadir y compañía mantuvieron una actitud especulativa, mientras los gremios con mayor o menor intensidad propusieron una mejora inicial de 20% a liquidarse con los haberes de febrero únicamente para recomponer la pérdida del poder adquisitivo remanente del año pasado. El secretario general de ATE Carlos Sajama prefirió llevar un petitorio simple pero muy claro sobre sus pretensiones, una docena de ítems donde se destaca aumento de la ayuda escolar a $5.000 por hijo, incrementos en pagos por insalubridad y título, adelantamiento de la última cuota del bono y fundamentalmente un aumento del 50% hasta junio para subsanar el 2022 y otro 15% para iniciar el año vigente.
Paritarias: Desde ATE proponen un 50% de recomposición salarial
No obstante los ministros involucrados prefirieron minimizar las declaraciones mediáticas, más allá de las declaraciones de casete. El pasado inmediato no permite renovar la ilusión, durante los siete años previos jamás hubo intención de equiparar siquiera las pretensiones del asalariado público. Tal es así que los sueldos se han desfasado al menos 117% desde la primera reunión paritaria por el lejano 2016 hasta la fecha.
Como puede verse en la infografía (abajo) la diferencia entre las propuestas salariales siempre estuvo a la baja y eso terminó por repercutir cada fin de año, generando un efecto bola de nieve difícilmente controlado por bonos navideños o mínimos blanqueos de conceptos. La actitud tampoco fue negociada, reticencia absoluta e imposición, así han calificado los integrantes del Frente Amplio Gremial la falta de predisposición política.
La cercanía de elecciones cruciales para la provincia (gobernador, diputados, concejales, constituyentes) podrían fungir como atenuante para cambiar el escenario hasta aquí calcado. Es bien sabida la generosidad de la clase política en años electorales. Nótese que la diferencia entre inflación e incremento salarial en 2017-2019-2021 se achica con respecto al período previo.
El caso más emblemático es 2020 con un ajuste en términos porcentuales de 32,2 puntos, mismo año donde el gobernador comenzó a ufanarse sobre el superávit fiscal, mientras que en 2021 la brecha entre inflación y salario se redujo a 15% anual.