Internacionales | Papa | presidente | SANDRA PETTOVELLO

León XIV lamentó que "en Gaza están pasando hambre" en presencia del presidente de Israel y se reunió con Zelensky

El Pontífice estuvo más de una hora saludando a las 156 delegaciones de todo el mundo; Zelensky se reunió con JD Vance y Marco Rubio; trilateral entre Meloni, Estados Unidos y la Unión Europea.

Al término de la misa de inicio del ministerio petrino y antes de recitar la oración mariana del Regina Caeli, el papa León XIV volvió a expresar su preocupación por los conflictos en curso en el mundo, con especial énfasis en la situación humanitaria en Gaza y el sufrimiento del pueblo ucraniano. Lo hizo ante una multitud estimada en 150.000 personas en la Plaza de San Pedro, entre las que se encontraban el presidente de Israel, Isaac Herzog, y su par ucraniano, Volodimir Zelensky, con quien mantuvo luego una audiencia.

“En la alegría de la fe y de la comunión, no podemos olvidarnos de nuestros hermanos y hermanas que sufren a causa de las guerras. En Gaza, los niños, las familias y los ancianos supervivientes están pasando hambre”, deploró. Mencionó también la violencia en Myanmar y, al referirse a Ucrania, habló de una “martirizada nación que espera, por fin, negociaciones para una paz justa y duradera”, lo que generó una nueva ovación.

image.png

La mención de la franja de Gaza, que ya había hecho el domingo pasado, dejó en claro que León XIV va a seguir en la misma línea del papa Francisco, que en sus últimos meses de vida, amén de llamar todos los días al párroco de Gaza, el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, para expresarle su cercanía, irritó a las autoridades israelíes al decir que debería ser analizado si lo que está ocurriendo allí es un genocidio. Después de 19 meses de conflicto se cuentan más de 60.000 muertos y pavorosa destrucción y en los últimos días, sólo el juves hubo 100 muertos en un bombardeo.

En el funeral de Francisco, el 26 de abril pasado, cuando viajaron líderes de todo el mundo, fue notable la ausencia de autoridades de alto nivel de Israel, que sólo estuvo representado por su embajador ante la Santa Sede.

image.png

Esta vez, en cambio, viajó el presidente Herzog, que estuvo entre las centenares de personas que, después de la misa y adentro de la Basílica de San Pedro, saludó a León XIV, con quien intercambió una palabras, según pudo verse en imágenes transmitidas en directo por el Vaticano, pero sin audio. También estuvieron presentes trece dirigentes de las comunidades judías de todo el mundo, encabezadas por el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni; entre ellos, el rabino argentino Abraham Skorka, viejo amigo de Jorge Bergoglio, actualmente en la Universidad de Georgetown, en Washington.

León XIV pidió encomendar el pontificado a María, a quien definió como “Estrella del mar, Madre del Buen Consejo y signo de esperanza”. “Imploremos su intercesión para obtener el don de la paz, el auxilio y el consuelo para quienes sufren, y para todos nosotros, la gracia de ser testigos del Señor Resucitado”, exhortó.

El Papa agradeció antes a los romanos, a los fieles de todo el mundo, así como a las delegaciones oficiales de numerosos países, y a los representantes de las Iglesias y Comunidades eclesiales y de otras religiones presentes.

Aunque el momento más emotivo fue cuando León XIV recordó a su predecesor argentino. “Durante la misa sentí fuertemente la presencia espiritual del papa Francisco, que desde el cielo nos acompaña”, confió, desatando aplausos.

Después, de buen ánimo, sonriente y vestido ya con sotana blanca y muceta roja —sin los paramentos litúrgicos—, León XIV permaneció durante una hora y veinte minutos en pie, frente al majestuoso baldaquino de Bernini, saludando a los miembros de las 156 delegaciones oficiales de todo el mundo. Según el protocolo, el primero en saludarlo fue el presidente de Italia, Sergio Mattarella, seguido por la primera ministra, Giorgia Meloni. La italiana fue, naturalmente, la delegación más numerosa, por tratarse del país anfitrión del Vaticano.

Luego fue el turno de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien ya había sido recibida en audiencia privada antes de la misa, en un gesto de deferencia hacia la nacionalidad adoptiva del nuevo Papa.

Luego saludó a JD Vance, vicepresidente de su país natal, católico convertido hace pocos años y a su esposa de origen hindú, con quienes también tuvo una breve conversación. Hubo sonrisas y gestos distendidos. Se espera que este lunes el Papa reciba en audiencia al vicepresidente de su país. Dentro de la delegación estadounidense también estaba el secretario de Estado, Marco Rubio, también católico y su hermano díscolo, Louis Prevost, de 73 años y residente en Florida, que saltó a la fama por sus publicaciones pro-MAGA (Make America Great Again) y pro-Trump en sus redes sociales. Con él, se fundió en un fuerte abrazo.

image.png

Después fue el turno de las casas reales. Vestidas de blanco —privilegio reservado a las reinas católicas— saludaron a León XIV Letizia de España y Matilde de Bélgica. También lo hizo la princesa Charlene de Mónaco, acompañada por el príncipe Alberto. En cambio, la reina Máxima de los Países Bajos, siempre elegantísima y simpática, optó por un atuendo oscuro con velo, y concurrió sin su esposo, el rey Guillermo. La reina Máxima no había podido estar presente en el funeral de su compatriota, Francisco, pero esta vez sí pudo venir.

Más tarde desfilaron los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, que se espera que este lunes también sea recibido en audiencia por León XIV; de Ecuador, Daniel Noboa; y de Paraguay, Santiago Peña, entre otros. También se hicieron presentes herederos de distintas casas reales, como la princesa Victoria de Suecia, el príncipe Eduardo del Reino Unido y el príncipe Faisal Bin Sattam de Arabia Saudita.

Al ser de un rango menor, el saludo a la delegación argentina, encabezada por el canciller, Gerardo Werthein y la ministra Sandra Pettovello, de riguroso negro, llegó después. Según las imágenes también entonces reinó mucha cordialidad, algo lógico al tratarse de los representantes del país de nacimiento de su querido antecesor argentino.

Más tarde, León XIV tuvo una audiencia a solas con Zelensky en el estudio adyacente al Aula Pablo VI, acompañado por su esposa, Olena. “Qué bueno verlo de nuevo, gracias por su paciencia”, le dijo, en inglés, el máximo líder de la Iglesia católica al líder ucraniano, según pudo oírse en las imágenes difundidas por el Vaticano.

“Agradecemos a Su Santidad por la audiencia. Para millones de personas en todo el mundo, el Pontífice es un símbolo de esperanza y de paz. La autoridad y la voz de la Santa Sede pueden tener un rol importante para ponerle fin a esta guerra”, escribió Zelensky en su cuenta de X. “Agradecemos al Vaticano por su disponibilidad a ser una plataforma para negociaciones directas entre Ucrania y Rusia”, añadió, al manifestarse “listo al diálogo en cualquier formato para obtener resultados concretos”.

Rusia estuvo representada en la misa de asunción por el embajador Ivan Soltanovsky ya que el avión que debería haber traído a la ministra de Cultura, Olga Liubimova, jamás llegó debido a problemas técnicos, según la agencia rusa Tass.

Asi como durante el funeral de Francisco se había dado “el milagro” de un imprevisto encuentro a solas en la Basílica de San Pedro entre el mandatario ucraniano y el presidente estadounidense, Donald Trump -que semanas antes lo había humillado públicamente en la Casa Blanca-, esta vez la misa de asunción de su sucesor dio pie a un acercamiento aún mayor, que podría significar un giro. No sólo Zelensky le dio la mano al vicepresidente, JD Vance, al principio de la misa, sino que luego volvieron a verse en Villa Taverna, la residencia del embajador de Estados Unidos, junto al secretario de Estado, Marco Rubio.

FUENTE: La nacion

Dejá tu comentario